Christoffer Van Tulleken aceptó someterse a un curioso experimento. Durante dos semanas no se lavó los dientes de un lado de su boca.
El doctor Christoffer Van Tulleken aceptó someterse a un curioso experimento. Durante dos semanas no se lavó los dientes de un lado de su boca.
Al terminar ese periodo, se volvió a cepillar toda la boca y sus encías sangraron un poco. Tenía leves síntomas de enfermedad, nada grave, pero de continuar el experimento por más tiempo, hubiera perdido los dientes de la mitad de su boca.
Mucha gente ignora que no cepillarse los dientes daña el sistema inmunológico, ese que protege a todo el organismo de las infecciones y enfermedades. Si este se debilita, es más fácil que uno se enferme con mayor frecuencia.
El profesor Iain Chapple de la Escuela de Odontología de la Universidad de Birmingham, realizó pruebas Van Tulleken que mostraron que sus glóbulos blancos se habían vuelto menos eficaces.
Esto provocó que todo el cuerpo de Van Tullekense había inflamado como resultado de una infección en las encías. Cuando el cuerpo está constantemente reaccionando a daño crónico o infección – como la enfermedad de las encías a largo plazo -resulta perjudicial porque desencadena una serie de reacciones que provocan daños en todo nuestro cuerpo
Una inflamación crónica también puede dañar otras células del sistema circulatorio que puede derivar en enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, Alzheimer, daños a nivel cerebrovascular y cáncer.
Con información de Daily Mail Online