Una mala alimentación puede ocasionar reducción de la capacidad de atención y aprendizaje, así como obesidad y sobrepeso.
Una mala alimentación puede ocasionar reducción de la capacidad de atención y aprendizaje, así como obesidad y sobrepeso.
Para evitar esta situación, expertos en nutrición recomiendan consumir dos porciones de verduras de hoja verde todos los días, como la acelga, la col rizada, berza, repollo, apio, lechuga, hierbas aromáticas, las espinacas y alcachofas.
Los ácidos grasos Omega 3 son importantes en una dieta diaria. Este componente se puede encontrar en alimentos como las sardinas, atún, salmón, caballa, arenque, algas marinas, nueces de Castilla, chía y semillas de linaza.
Tampoco se puede olvidar la vitamina E que se encuentra en almendras, avellanas, semillas de girasol, calabaza y sésamo, papas, calabaza, papaya, aceitunas, aguacate, hojas de mostaza, y chabacanos.
Otra vitamina que debe ingerirse siempre es la B que se presenta en frutas con un alto contenido de antioxidantes como la sandía y las moras.
En cambio, una dieta carente de nutrientes provoca cambios en el estado emocional, en la forma de comunicarse e interactuar con los demás personas.
Los hábitos saludables son: beber dos o tres litros de agua, realizar ejercicio tres veces por semana durante 40 minutos y cuidar las horas de sueño.
También es importante la actividad intelectual que se practica con diversos ejercicios como el armar un rompecabezas, memorizar la letra de una canción o hacer uso de la visión periférica.
Redacción