Ser intolerante a la lactosa no es sinónimo de que deba eliminar completamente su consumo de leche o derivados
Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al menos el 80 por ciento de los mexicanos padecen intolerancia a la lactosa en distintos niveles, aunado a que los latinoamericanos somos los más propensos a padecer este mal. Aún a pesar de esta cifra, existe la posibilidad de recordar el Día Mundial de la Leche, hoy 1 de junio.
Para los que son intolerantes a la lactosa, es común sentir desde cólicos, hinchazón del abdomen y gases, hasta las molestas náuseas y diarrea después de consumir cualquier producto lácteo. Esto se debe a que el intestino delgado no produce la enzima lactasa, la cual ayuda a descomponer la lactosa que consumimos.
Afortunadamente, no todas las personas son completamente intolerantes a la lactosa, es decir, pueden sortear un poco este padecimiento, en caso de que se les antojen en gran medida los productos como la leche, el yogur, el helado, la mantequilla, la crema o el queso.
El Instituto Nacional de la Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón de Estados Unidos (NIDDK por sus siglas en inglés) afirma que si bebe cantidades de leche menores a 120 mililitros, mezclada con comida o sola, podría controlar la intolerancia a la lactosa.
El NIDDK del Departamento de Salud de Estados Unidos también recomienda ir comiendo pequeñas cantidades de lácteos fáciles de digerir: yogur o quesos duros, para después monitorear cómo se siente, conocer su cuerpo y saber qué tan intolerante es a la lactosa.
Si realmente es completamente intolerante, se recomienda comprar productos sin este disacárido; pero ¡cuidado!, porque hay alimentos que podríamos pensar que no contienen la lactosa, por lo que es indispensable que se investigue si en la información nutricional dice que contiene leche, lactosa, suero, requesón, productos lácteos, sólidos de leche o leche en polvo desnatada.
Algunos de los productos que podrían contener cierta cantidad de lactosa son las sopas instantáneas, cereales, papas fritas, totopos, carnes, dulces, aderezos para ensalada, margarina, tortillas de maíz, pan o chocolate.
Es importante que en caso de padecer intolerancia a la lactosa consulte a su médico, con el fin de definir las causas, debido a que este mal podría deberse a otra enfermedad como el colon irritable, parásitos o la enfermedad del Crohn.