
Este jueves, Grecia solicitó a sus acreedores una extensión de seis meses al acuerdo para su rescate financiero. La propuesta busca “proporcionar un paraguas de protección para el sistema bancario” dijo una fuente de la agencia AP allegada al gobierno griego. Con esta medida, se afectaría el acuerdo de préstamo que desde 2010 ha librado … Continued
Este jueves, Grecia solicitó a sus acreedores una extensión de seis meses al acuerdo para su rescate financiero. La propuesta busca “proporcionar un paraguas de protección para el sistema bancario” dijo una fuente de la agencia AP allegada al gobierno griego.

Con esta medida, se afectaría el acuerdo de préstamo que desde 2010 ha librado a Grecia de declararse en bancarrota y que finaliza el próximo 28 de febrero.
Jeroen Dijsselbloem, quien preside las reuniones y que funge como ministro de finanzas de los Países Bajos, comentó que el resto de sus colegas de 18 naciones europeas se reunirán el viernes en Bruselas para discutir la propuesta, misma fecha en las que se le dio a Grecia para aceptar una extensión de préstamos y otras medidas de austeridad.

Si no llegaran a un acuerdo, el Banco Central Europeo se vería presionado para cortar el financiamiento de emergencia para los bancos helénicos. Esto podría obligar al gobierno de ese país a salir de la eurozona y emitir su propia moneda.

La salida de Grecia sería un fracaso para el euro, pues los integrantes de la Unión Europea tendrían que asumir las pérdidas por los préstamos realizados al rescate financiero de los helénicos.
Por su parte, la economía griega con una alta tasa de pobreza, la caída de los ingresos a una tercera parte y con cifras cercanas al 20 por ciento de desempleo, evidentemente emitiría una moneda de muy poco valor.
Grecia no pidió una extensión de los recortes de gastos, alza de impuestos y reformas que son condiciones fundamentales para el programa, medidas que han llevado al límite de la crisis económica.
Con información de AP