Un laboratorio en Massachusetts le da hasta 250 dólares a la semana por solamente donarles sus heces fecales de casi toda la semana, con el fin de que puedan sanar a las personas infectadas con la bacteria Clostridium difficile, la cual es difícil de combatir con un cuadro de antibióticos. La Organización OpenBiome da 40 … Continued
Un laboratorio en Massachusetts le da hasta 250 dólares a la semana por solamente donarles sus heces fecales de casi toda la semana, con el fin de que puedan sanar a las personas infectadas con la bacteria Clostridium difficile, la cual es difícil de combatir con un cuadro de antibióticos.
La Organización OpenBiome da 40 dólares por muestra a las personas que van y donan sus desechos corporales, estos son congelados a 80 grados bajo cero, para después venderlos a los hospitales, donde los conservan durante medio año a 20 grados bajo cero.
Sus desechos servirían para un trasplante fecal, el cual ayuda a que la persona infectada con la bacteria mencionada, logre una reconstrucción de su flora intestinal y así erradicar la enfermedad completamente del cuerpo, debido a que tiene un grado de efectividad de hasta el 90 por ciento.
Por tales motivos, los donadores deben ser personas sanas, con un pulcritud en su higiene, consumidores de una dieta rica en fibra, sin problemas de sobrepeso, gastrointestinales o de metabolismo, dijo Carolyn Edelstein, vocera de OpenBiome.
Según Edelstein, solamente el 4 por ciento de miles de candidatos son aceptados para convertirse en donadores. “Es más difícil convertirse en un donante que entrar al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)”, bromeó el fundador y presidente de la organización Mark Smith.
De acuerdo a los investigadores, la gran mayoría de los donantes tienen 26 años de edad, hacen ejercicio, tienen una dieta balanceada y su higiene es impecable.
Pero ¿Cómo surgió esta idea?
Edelstein narró que todo comenzó con un primo que contrajo la bacteria y tras ver que su recuperación no llegaba con los medicamentos, buscó y descubrió que con el trasplante de heces podría curarse.
Desafortunadamente, para ese momento ningún hospital realizaba tal trasplante, por lo que el joven le pidió a un amigo de la universidad que le donara sus desechos. Estos los puso en una licuadora y después se los introdujo a través de enemas.
Con información de BBC