Usando un traje confeccionado y diseñado especialmente para resistir al fuego, junto con un escudo frontal bañado en oro, Sam Cossman exploró el interior de un volcán en el Pacífico Sur con temperaturas de 2 mil grados. Para ello, utilizó dos drones (aviones no tripulados) con cámaras montadas y volar por encima del lago de … Continued
Usando un traje confeccionado y diseñado especialmente para resistir al fuego, junto con un escudo frontal bañado en oro, Sam Cossman exploró el interior de un volcán en el Pacífico Sur con temperaturas de 2 mil grados. Para ello, utilizó dos drones (aviones no tripulados) con cámaras montadas y volar por encima del lago de lava.
El resultado fue una mirada sin precedentes a los orígenes de la Tierra. O, como dijo Cossman en su narración para un video de National Geographic: “Es una ojeada al centro de la Tierra. Es como escuchar el latido del corazón del planeta”.
Aunque los drones se destruyeron, Cossman y su equipo de camarógrafos y científicos capturaron miles de imágenes en alta definición de 7.5 kilómetros del cráter Marum en el archipiélago de Vanuatu.
El material fílmico está siendo utilizado para realizar un mapa 3-D del volcán. Y los datos que recolectaron, desde tierra y aire, no sólo ayudarán a los científicos a entender la actividad volcánica, sino también las condiciones que hacen la vida posible en ambientes extremos en la Tierra y, posiblemente, en otros planetas.
Cossman, que se llama a sí mismo un explorador-cineasta, dejó su trabajo como empresario tecnológico en Silicon Valley para perseguir su sueño, que lo llevaron al lago hirviente donde los gases tóxicos derritieron su careta y un respirador.
Él apenas tiene dinero en su cuenta de ahorros; su proyecto fue patrocinado por Kenu.com, una compañía de fotografía móvil.
No está seguro de adonde lo llevará su siguiente aventura.
Con información de NBC News