
Si eres uno de los que en los días que vas al gimnasio o te ejercitas también aprovechas para irte de fiesta, te tengo noticias: no estás solo. Según el más reciente estudio del Instituto Nacional del Envejecimiento, las personas que tienden a ejercitarse más de lo normal tienden a beber más alcohol en los … Continued
Si eres uno de los que en los días que vas al gimnasio o te ejercitas también aprovechas para irte de fiesta, te tengo noticias: no estás solo.
Según el más reciente estudio del Instituto Nacional del Envejecimiento, las personas que tienden a ejercitarse más de lo normal tienden a beber más alcohol en los mismos días.
La investigación monitoreó los hábitos de ejercicio y consumo de alcohol de 150 personas de entre 18 y 89 años por un periodo de 21 días para hallar esta correlación, en la que a mayor ejercicio aumentaba el consumo de bebidas alcoholicas.
¿Por qué pasa esto? David Conroy, líder del proyecto, afirma que es a causa de que estas personas tienden a juntarse para tomar unos tragos con las mismas personas con las que compartieron la jornada de ejercicio, aunque también puede ser una forma de recompensarse después del gimnasio.
O quizás ya usaron toda su fuerza de voluntad para ir al gimnasio y ya no se pueden negar tomarse una cerveza al final del día.
El hallazgo es peculiar porque desafía las nociones de que los comportamientos saludables se acumulan, dado que ejercitarse y beber son acciones diametralmente opuestas en cuanto a salud se refiere.
Y no, no ocurre que primero beben y después queman las calorías en el gimnasio. “Parece improbable que las personas se tomen un six pack de cervezas y luego se suban a la caminadora”, opinó Conroy.
Con información de Washington Post