
Las grandes cadenas comerciales aprovecharon la “moda” de los alimentos orgánicos para elevar sus precios artificialmente, si bien sus costos reales de producción no justifican esa alza, aseguró el biólogo Jorge Líber Saltijeral. Al presentar la ponencia “Los mercados tradicionales vs. tiendas de autoservicio” en el II Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana, el también … Continued
Las grandes cadenas comerciales aprovecharon la “moda” de los alimentos orgánicos para elevar sus precios artificialmente, si bien sus costos reales de producción no justifican esa alza, aseguró el biólogo Jorge Líber Saltijeral.
Al presentar la ponencia “Los mercados tradicionales vs. tiendas de autoservicio” en el II Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana, el también asesor de la Comisión Nacional de la Biodiversidad (CONABIO) advirtió que todos tenemos derecho a comer sano.
En ese sentido reiteró que los supermercados elevaron los precios de venta de los productos orgánicos en forma desmedida, pues en realidad el costo de producción y comercialización es muy semejante a cualquier otro producto.
Explicó que él y otros productores de la ciudad de México abrieron desde hace año y medio un mercado de productos orgánicos en el centro de Tlalpan, que se posicionó bien y ofrece sólo comestibles producidos sin pesticidas ni químicos.
Todas las personas tienen derecho a comer alimentos con estas características, para cuidar su salud y la de los lugares donde se producen. En ese sentido, consideró que las tácticas de los grandes consorcios comerciales están totalmente alejadas de la ética.
Líber Saltijeral recordó que en los últimos 25 años la cifra de supermercados aumentó exponencialmente, en comparación con la cantidad de mercados públicos.
A nivel nacional ya hay cuatro mil 954 centros comerciales de ese tipo, donde la población mexicana gasta 54 por ciento de su presupuesto destinado a alimentos.
De hecho varios programas gubernamentales dirigidos a población vulnerable beneficiaron a estas cadenas, como es el caso del Programa de Apoyo a Adultos Mayores del Distrito Federal, dotado con cinco mil millones de pesos al año que terminan en las cajas de los grandes consorcios.
En ese sentido los mercados públicos tienen el reto no sólo de competir con estas grandes cadenas, sino convertirse en agentes productivos, donde se practica la solidaridad y otros valores sociales.
Con información de Notimex.