Se requiere mucho poder para activar un plan gigantesco y simultáneo que abolle la carrocería política a personajes con recursos materiales, políticos y de todo tipo, pero que aun así fueron obligados a serenarse
Con Noroña expuesto en enjuagues de lana, al más puro estilo de nuevo rico, las vacaciones de verano cierran bien para Sheinbaum: quedaron descafeinados políticamente sus viejos adversarios en la interna por la presidencia, y también el heredero creído del jefe.
Los anulados se comunicaban con Palenque, no con Palacio: eran el contrapeso que le dejó el suspicaz López Obrador a Sheinbaum. Ahora ella, la más obradorista de todos, ejecutará mejor la encomienda de López Obrador: institucionalizar la autocracia.
Sheinbaum arrancará su segundo año de gobierno con un poder que, en el continente sólo tienen los dictadores Castro, Maduro y Ortega: comanda al Ejecutivo, Legislativo y Judicial, al órgano electoral, al Ejército, a la mayoría de la prensa, a las instituciones.
Para eso la ojeó López Obrador desde que fue su más disciplinada y eficaz seguidora, siendo secretaria de Medio Ambiente en el GDF. Aun así, López Obrador creyó prudente dejarle como contrapeso a sus rivales en la interna por la presidencia, y a su hijo.
Igual, con disciplina y eficacia, fueron debilitados esos contrapesos: Grupo Tabasco, A.A. López, Monreal, Noroña, Andrés Manuel López Beltrán, Mario Delgado, tocados, irónicamente, por la bala de plata de quien los puso de contrapeso: la falsa austeridad.
Pero, ojo, eh: esa falsa austeridad era publica y notoria, sólo que hasta ahora se decidió exhibirla de manera masiva, y con intención de no dejar de exponerla hasta que fuera demoledora, justo antes de que Sheinbaum empezara su segundo año. Veamos:
–Andrés Manuel López Beltrán. Se conocían decenas de grabaciones de viva voz, que aireaban su vida suntuosa, con negocios millonarios.
–A.A. López. Desde el 14 de febrero pasado, había orden de captura contra su ex jefe policiaco en Tabasco, Hernán Bermúdez. Y que se había fugado del país una semana después.
–Monreal. Era público que usaba un helicóptero privado. Vamos hombre: lo tomaba en la misma Cámara de Diputados.
–Noroña. Por favor, él mismo había publicado videos luciendo su casa de campo sin papeles, de 12 millones de pesos.
–Octavio Romero, líder del Grupo Tabasco. Desde hace mucho, su gestión como director en Pemex aparece en investigaciones de EU, bajo la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero.
Era antigua y pública, toda la información que estalló, de manera coordinada, sobre los contrapesos que le dejó López Obrador a Sheinbaum. Sin embargo, curiosamente de convirtió en nota nacional, publicada con profusión, y con una resonancia aplastante.
Se requiere mucho poder para activar un plan gigantesco y simultáneo que abolle la carrocería política a personajes con recursos materiales, políticos y de todo tipo, pero que aun así fueron obligados a serenarse.
Aunque, a ese nivel, nadie está sereno. Ni durmiendo.