Hoy inicia la última reunión de este año del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) y mañana anunciará su decisión de política monetaria. Para el mercado está descontado que habrá de subir la tasa de interés un cuarto de punto. La interrogante es el tono del comunicado sobre … Continued
Hoy inicia la última reunión de este año del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) y mañana anunciará su decisión de política monetaria.
Para el mercado está descontado que habrá de subir la tasa de interés un cuarto de punto. La interrogante es el tono del comunicado sobre el futuro de los siguientes incrementos, sobre todo a la luz de algunos síntomas de mayor temperatura económica en los Estados Unidos.
Mientras tanto, acá en México la inflación no cede y por el contrario durante noviembre pasado nos regaló un registro que no se parece nada a la expectativa del Banco de México de iniciar un proceso de retorno hacia niveles más compatibles con su meta.
Saben los técnicos del banco central que están ya por iniciar las comparaciones favorables que harán disminuir la inflación en términos porcentuales. Ahora que lleguemos a medir los precios de inicios del 2018 con aquellos días del gasolinazo se notará una diferencia. Pero mientras tanto hay temor, enojo y contagio.
Al día siguiente, el jueves 14, el banco central tendrá su última reunión de toma de decisión de política monetaria y los cuatro integrantes de la Junta de Gobierno que tienen voto tendrán que decidir qué hacer con el costo del peso mexicano.
Ahí tendrán sobre la mesa la decisión de la Fed junto con la advertencia de sus planes futuros y también algún indicio de lo que habrá ocurrido con los precios al cierre de la primera quincena de diciembre.
Hay opiniones divididas sobre si el banco central se animaría a incrementar al menos otro cuarto de punto la tasa de interés de referencia o bien si se mantienen. Por ahora nadie con algo de seriedad se anima a anticipar una baja.
Si finalmente se imponen los ánimos de halcón, otra vez subirá la tasa y habrá que explicar las razones y sobre todo la temporalidad de una medida que ciertamente corre en contra de la necesidad de mantener la dinámica de crecimiento, hasta con fines políticos.
El comunicado de la decisión de política monetaria también habrá de ser interesante por el tono que se emplee para hablar de los riesgos inflacionarios y de las evidencias de que realmente podemos esperar que durante el próximo año haya un regreso de la estabilidad, hoy perdida.
Pero lo que más morbosidad provoca es saber cuál será el desempeño del nuevo gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, al momento de lidiar con la comunicación de su decisión.
La política monetaria tiene mucho análisis y tecnicismo, pero también requiere de muy buenas habilidades de comunicación y persuasión para que los agentes económicos compren muy bien la intención del banco central.
Una mala comunicación que derive en poca credibilidad puede provocar el fracaso de un aumento del costo del dinero. Por eso hay que ver si Díaz de León es como lo pintan en eso de la comunicación de las decisiones de sus otros tres compañeros.