Cuando el barril de petróleo dejó de venderse a 100 dólares y la economía murió, Chávez hizo una reforma electoral para contar los votos. Ahora que el TLC está en vías de extinción, la 4T hace una reforma electoral para contar los votos
La reforma electoral de la 4T copia a la de Venezuela: el gobierno controla al Poder Legislativo, al Ejército, la Guardia Nacional, el sistema judicial, al órgano electoral, el Presupuesto, a gran parte de los medios de comunicación y a grupos violentos de diverso tipo.
Para no jugar con las palabras, lo explican Fernández Noroña, presidente del Senado: “Al final haremos lo que queramos”. Y Pablo Gómez, jefe de la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral: “Hacemos la reforma o nos hundimos”. Sí, para qué jugar, pues.
Abunda Noroña: “Nada más faltaba que le hiciéramos casos a quienes piden algo en los foros de consultas. ¿Entonces es una faramalla? Pues si decidimos algo, es obvio que no vamos a cambiar, por más que escuchemos a quienes nos piden lo contrario”.
Puntualiza Gómez: “La 4T no retrocede; quien lo hace se hunde. No tenemos opción de echarnos para atrás. Necesitamos que nuestros adversarios se moderen. No, no tenemos siquiera un borrador de la reforma, pero sí tenemos el decreto”.
Queda claro que serán una faramalla los foros, debates y consultas que anunció el régimen, para hacer que la reforma electoral sea “abierta, amplia e incluyente hacia todos los sectores”. Noroña y Gómez son diáfanos: los foros serán un teatro.
Recordemos: el colapso de Venezuela como nación es producto del régimen que construyó Chávez y heredó Maduro: modificar la Constitución para capturar el Poder Judicial, cancelar órganos reguladores, eliminar minorías en el Congreso y tomar el órgano electoral.
La ingeniería de Estado impuesta por Chávez a través del voto electoral, (comprado con programas sociales, pagados mientras tuvo recursos procedentes de un buen momento económico) eliminó toda posibilidad de intermediación de la gente con el poder.
Como hoy lo dicen aquí Noroña y Gómez, lo dijo Chávez allá en noviembre de 2001:
“En el primer discurso que hice como candidato presidencial dije que era fundamental controlar el Congreso para poder tomar Fiscalía General de la República, Tribunal Supremo de Justicia y el Poder Electoral”.
En 2025, en México, dice Noroña: “Si ejercemos la mayoría que tenemos, imponemos nuestra visión de país”.
En 2025, en México, dice Gómez: “Ejerceremos nuestra mayoría, la reforma electoral va”.
Pero tampoco seamos injustos con Chávez y la 4T: no impusieron a sangre y fuego su ingeniería de Estado. La ofertaron a sus gobernados, y éstos la compraron en las urnas electorales. Chávez pagó con los petrodólares, y la 4T con el TLC.
Cuando el barril de petróleo dejó de venderse a 100 dólares y la economía murió, Chávez hizo una reforma electoral para contar los votos. Ahora que el TLC está en vías de extinción, la 4T hace una reforma electoral para contar los votos.
¿Para qué jugar con las palabras?