Inútil decir aquí los equipos que se enfrentaron en la final de dicho torneo, eso lo saben hasta los niños de kínder; en nuestro país todos sabemos de futbol, menos Javier Aguirre
El pasado domingo culminó el Mundial de Clubes de Futbol celebrado en Estados Unidos bajo temperaturas infernales para que los europeos disfrutaran de la gesta futbolística en horario Prime Time. Puede decirse que el torneo fue un ensayo del Mundial que se llevará a cabo dentro de un año en dicho país además de en Canadá y en México.
Inútil decir aquí los equipos que se enfrentaron en la final de dicho torneo, eso lo saben hasta los niños de kínder; en nuestro país todos sabemos de futbol, menos Javier Aguirre.
Lo que me corresponde comentar es la asistencia del presidente Trump, a un año exacto del atentado que sufriera en Pensilvania cuando era candidato, al MetLife Stadium de Nueva Jersey en compañía de su esposa Melania. Las crónica consignan que él y la primera dama fueron bien recibidos a su llegada, pero cuando la imagen presidencial apareció, varias veces, en las pantallas del estadio fue abucheado. (No había muchos mexicanos, de lo contrario le hubieran dedicado el famoso eeeeeeh… y la multa hubiera valido la pena).
Al final del partido, del que debe de haber entendido poca cosa, para entregar el trofeo al ganador y las medallas a los participantes, como se acostumbra, el ‘Terrorista Arancelario”, con el afán protagónico que lo caracteriza —no va a un velorio porque él no es el muerto— se “coló”, a pesar de la desaprobación de los aficionados, para compartir la entrega con Gianni Infantino, presidente de la FIFA.
Para estas ceremonias siempre se llevan medallas de más por lo que se ofrezca. Infantino le pasó una medalla de oro a Donald Trump para que la entregara, y éste en un acto que lo pinta de anaranjado entero, se la guardó en el interior de su saco. El jefe de la FIFA, que presenció el robo, le hizo una señal de aprobación con el pulgar hacia arriba como diciéndole: “Está bien, brother, hoy por ti, mañana por mí”
En otro orden de Trumpelías, es muy significativa la evolución que el magnate le ha dado al caso de Jeffrey Epstein; el millonario acusado de tráfico sexual de menores y actos de pederastia cometidos entre el 2002 y el 2005, arrestado el 6 de julio del 2019, durante el primer mandato de Trump y muerto en prisión el 10 de agosto del mismo año, en circunstancias extrañas, aunque oficialmente se trató de un suicidio.
Durante el juicio a Epstein —y desde antes— se dieron a conocer fotos en las que con él aparecían personajes como Clinton, el príncipe Andrew y el propio Trump.
En su campaña electoral, el hoy presidente prometió dar a conocer la lista de clientes de Epstein, el proxeneta pedófilo compañero de fiestas de Trump. Esto fue bien recibido por sus seguidores en el entendido que en la lista estarían demócratas de izquierda. Ya con Trump en el poder Pam Bondi, fiscal general de EU, declaró el 21 de febrero del 2025, que tenía la lista de clientes de Epstein en su escritorio para ser revisada. Pero el 7 de julio del 2025, el Departamento de Justicia manifestó que no existe ninguna lista de clientes y descarto revelar más archivos.
A través de su cuenta de X el 14 de julio del 2025 Trump escribió: “¿Por qué estamos dando publicidad a archivos escritos por Obama, Hilary la corrupta, Comey, Brennan y los perdedores y criminales del gobierno de Biden?” Posteriormente a un reportero que lo cuestionó sobre el tema le contestó: “¿Todavía están hablando de Jeffrey Epstein? A este tipo lo han mencionado por años…Parece más bien una profanación”. Sin comentarios.
Punto final
A raíz del injusto arancel a los jitomates mexicanos, traigo una nueva parodia del popular jingle publicitario, y dice: Estaban los tomatitos/ muy contentitos/ cuando llegó el verdugo con aranceles./ Pinche viejo tarugo/ no mamenaces/ y chingas a tu madre/ te lo decimos bien fuerte.