Quiere que se le paguen con concesiones a empresas de Estados Unidos, para la extracción de valiosos minerales en ese país
Los presidentes Donald Trump, de Estados Unidos y Vladimir Putin, de Rusia, se disponen a celebrar, a finales de febrero, en Ryad, Arabia Saudita, sus múltiples triunfos para cambiar la geopolítica mundial.
En su primer re-encuentro desde el 16 de Julio de 2018 en Helsinki, Putin, celebra el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, -fruto de su persistencia desde 2016-, que transforma radicalmente los objetivos que Estados Unidos ha perseguido históricamente, al grado de enfrentarse con aliados tradicionales y retirarse de convenios internacionales o instituciones que ésta superpotencia promovió.
Trump al mando, facilitará la consumación de la injustificada y sangrienta invasión a Ucrania, que inició hace 3 años y que la asistencia militar de Estados Unidos y naciones de la OTAN, ha contenido.
Y Trump, festejará su reelección y vertiginosos avances en la implementación de cada punto del Proyecto2025, copia del plan de Hungría, para tratar de desmantelar la democracia de este país y remplazarla por una “Democracia Nacionalista Cristiana no Liberal,” sugerida por Putin, líder mundial de ese movimiento político.
Con el apoyo del multimillonario Elon Musk, dueño de Tesla, Starlink y otras grandes empresas que tienen contratos multimillonarios con el gobierno federal, para quien creó el cargo temporal de “Director del Departamento de Eficiencia Gubernamental,” (que no es parte del gabinete) con poderes ilimitados, Trump desactiva todo tipo de pesos y contra pesos, que pudieran impedirle el control absoluto del poder, con un Congreso Republicano sumiso, obediente y servil, que ahora propuso hacer ”Dic de Fiesta Nacional” la fecha de nacimiento de Trump,”
Conocida por sus siglas, DOGE, tiene como misión -hasta el 4 de Julio de 2026- recortar el gasto público, mediante la desaparición de Departamentos creados por el Congreso (único que puede eliminarlos), agencias, despido masivo de personal, cancelación de contratos y programas de apoyo a minorías, así como “modernizar la tecnología y software, para hacerlos más eficientes” en el esfuerzo de mayor control gubernamental, comenzando con la base de datos ultra-confidencial del Departamento del Tesoro, con los nombres e información privada de todos los contribuyentes, proveedores, servidores, etc. que ya subió a una base de datos.
La controversial función de Musk, quien donó casi 300 millones de dólares a la campaña de Trump, es señalada por presuntas violaciones a las protecciones laborales de empleados federales, que Trump insiste en calificar como “estado profundo,” y planea sustituir con “un ejército” de incondicionales conservadores, “investigados, entrenados y preparados para desmontar el estado administrativo,” como establece el Proyecto2025
Trump ordenó hacer lo mismo con todos los Fiscales Federales, miles de agentes del FBI y otras posiciones del Departamento de Justicia, que participaron en investigaciones criminales en su contra, igual que 18 Inspectores Federales Independientes en cada oficina del Gabinete, cuya función era la de monitorear el gasto para evitar dispendio, fraudes, abuso del poder y asegurar el cumplimiento de la ley.
De igual forma, ordenó “una pausa” en la aplicación de la ley Federal Contra Prácticas Corruptas”, que castiga el soborno a funcionarios federales.
En su insaciable sed de “optimización” con adoctrinados de MAGA, Musk incurrió en gravísimos errores como el despido de cientos de trabajadores encargados de la supervisión y mantenimiento de los arsenales nucleares y silos, de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) que ahora desesperadamente tratan de re-contratar, dejando desprotegido a Estados Unidos.
Sin importarle el impacto negativo en la economía que prometió mejorar, como la falta de mano de obra que ocasionara la quiebra de empresas agrícolas, de construcción, de Empacadoras de carne o de servicios; el multimillonario costo de la detención, transporte, alojamiento y traslado de deportados, el impacto de las tarifas que aplica a otros países, que se reflejan en precios al consumidor, Trump continua la construcción de su autocracia.
Bajo el argumento de “reducir el aparato gubernamental y eliminar “gasto excesivo y corrupción,” Trump ordenó desaparecer la USAID, Agencia Internacional de Cooperación Internacional, la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, el Departamento de Educación, el Buró de Protección Financiera al Consumidor, cancelar apoyos multimillonarios para investigación científica en prestigiadas universidades, congelamiento del presupuesto a muchas agencias del gobierno, cancelación de contratos a proveedores, sin enterarse que proveían o congelar fondos de instituciones, de las que depende la supervivencia de muchas personas.
Acciones orientadas cambiar el orden de normas legales, políticas, sociales y económicas, al tiempo que redefine el papel de Estados Unidos en el mundo, lo que genera alarma y preocupación, igual que su actitud desafiante hacia Jueces federales que han bloqueado sus acciones, o caprichos como su intensa presión y del Congreso que controla, para remover la Obispo Marian Budde, sólo por haberle pedido “clemencia y compasión hacia los inmigrantes y personas LBGTQ,” durante un oficio religioso.
O la destitución del Consejo del Centro Kennedy para las Artes, del que se auto nombró Presidente, provocando renuncias, indignación y cancelación de eventos con artistas y escritores que ya estaban programados.
LA “NEGOCIACION” DE LA PAZ
Ante el recrudecimiento de los ataques rusos en Ucrania, con apoyo de fuerzas especiales de Corea del Norte, misiles Chinos o drones Iraníes, el Presidente Volodymyr Zelensky clamó por una “paz justa a una guerra injusta” que, tras el relevo presidencial en Estados Unidos, parece más difícil.
Trump y Putin “discutirán” las condiciones del “fin de la guerra,“ que impondrán a Ucrania, preparadas por delegaciones rusa y estadounidense, bajo condiciones de Moscú:
-No retorno de los territorios ahora ocupados por Rusia.
-No incorporarse a la OTAN.
-No ropas Cascos Azules de la ONU para proteger a la población.
Como una muestra mas de su indiferencia a la soberanía, seguridad y prosperidad por la que luchan los Ucranianos y “amistad” con Putin, -como hizo con Netanyahu, en el conflicto de Gaza-, Trump envió a Kiev, a su Secretario del Tesoro, Scott Bessent, para cobrar al Presidente Zelensky una factura de 500 mil millones de dólares por la asistencia militar que le brindó el gobierno de Biden.
Quiere que se le paguen con concesiones a empresas de Estados Unidos, para la extracción de valiosos minerales en ese país.
Analistas del Centro para el Progreso Americano advirtieron que “una Rusia fuerte, es mala para los Ucranianos, para los Europeos y para los estadounidenses”.
La inminente consumación de la invasión de Ucrania, generó un lógico nerviosismo en los estados bálticos, Lituania, Estonia y Latvia, decidieron desconectarse de la red de suministro de energía de la era soviética, para conectarse al Sistema de Energía Europeo, para desligarse de Rusia, que temen pueda invadirlos, igual que a Polonia,
En respuesta a las preocupaciones de Ucrania, el gobierno británico anunció que desplazará tropas a ese país, para garantizar la seguridad y protección de los Ucranianos, tras el “acuerdo de paz” a cuya negociacio2n tampoco fueron invitadas naciones europeas.