Según su exesposa Ivanka, a Donald Trump no le gusta perder. (Tan es así, agrega el redactor, que cuando hacían el amor él siempre llegaba primero). Perdón por la fake news
Según su exesposa Ivanka, a Donald Trump no le gusta perder. (Tan es así, agrega el redactor, que cuando hacían el amor él siempre llegaba primero). Perdón por la fake news. Pero de tanto mentir merecida tiene la falsa noticia con la que comienzo esta columna. La cuestión es que el empresario color anaranjado en la misma medida que odia perder, ama mentir. Por eso le aconsejo que se inscriba en un Campeonato Mundial de Mentiras, le garantizo que saldría vencedor con el título de campeón del mundo de los pesados. Esto es por su antipatía y su obesidad. Podría ponerse a dieta y perder los kilos que tiene de más, pero a él no le gusta perder…
Donald Trump ha sido calificado como el presidente más mentiroso en la historia de Estados Unidos. El periodista George T. Conway del Washington Post, dos días después de la elección, escribió: “Una presidencia puesta en marcha con mentiras y alimentada con ellas, estaba destinada a terminar con la peor de todas”. Dicho en relación con el embuste postrero de afirmar que ganó la reciente elección y decirse víctima de un fraude electoral.
Después de hacer un recuento sobre las mentiras más sobresalientes del huésped de la Casa Blanca, como la de negar haberle pagado a la estrella porno Stormy Daniels, para que ella se desistiera de una demanda; o la gran mentira que dijo cuando negó, a pesar de las pruebas fotográficas, conocer a una mujer que lo acusó de violación. Además de haber mentido sobre temas económicos, de atención médica, de inmigrantes, de comercio, de economía, y del Covid-19; el articulista termina su nota así: “A medida que pasó el tiempo, Trump siguió engañando sobre temas cada vez más importantes. Para finales de agosto, cuando aceptó su nominación a la reelección, Trump había dicho más de 22,000 mentiras en el cargo, avanzando a un ritmo de más de 50 por día, lo que significa que probablemente ya haya superado las 25,000”. (Las mentiras son aviones que te llevan a un lugar donde no hay mentiras de regreso).
Pero, ¿por qué Donald Trump se aferra al poder? ¿Por qué se niega a reconocer su derrota, aunque Melania, su mujer, y Jared Kushner, su yerno, se lo recomienden? Porque él bien sabe que puede ser acusado y juzgado por varios delitos que cometió antes y durante su presidencia. Delitos que en su momento no procedieron porque la legislación estadounidense establece que el presidente no puede ser inculpado penalmente mientras ocupe el cargo.
Bennet Gershman, catedrático de derecho constitucional en la Universidad de Pace, en Nueva York, quien, durante diez años, fue fiscal de dicho estado, y quien ha estudiado toda la información que ha salido en los medios sobre la conducta financiera de Trump, expresó al respecto: “Los cargos que el presidente podría enfrentar tienen que ver con el fraude bancario, fraude de impuestos, lavado de dinero y fraude electoral en el 2016”.
El diario The New York Times publicó que el, todavía mandatario, tendrá que pagar, en los próximos cuatro años, más de 300 millones de dólares en préstamos. Además según información del mismo periódico, Trump sólo pagó 750 dólares en impuestos sobre la renta en el 2016 y 2017. La residencia presidencial es un burladero donde se estrellan los toros de los problemas legales y financieros, fuera de ella tal vez sus acreedores sean menos tolerantes y exijan su pago de inmediato. De ahí que Donald no quiera ser desalojado de la Casa Blanca como si fuera el ocupante de un departamento al que se le venció la hipoteca.
Memes trumpianos
Trump con un cartel donde se lee: “No me olBIDEN”.
Donald afuera de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, con un letrero que dice: “Se construyen muros”.