Malas noticias para el presidente de Estados Unidos. Uno de sus ex asesores en política exterior, George Papadopoulos, se declaró culpable de mentir sobre la importancia de sus contactos con personas cercanas al gobierno ruso para dañar a Hillary Clinton. Paralelamente, el fiscal especial Robert Mueller fincó cargos a su ex jefe de campaña, Paul … Continued
Malas noticias para el presidente de Estados Unidos. Uno de sus ex asesores en política exterior, George Papadopoulos, se declaró culpable de mentir sobre la importancia de sus contactos con personas cercanas al gobierno ruso para dañar a Hillary Clinton. Paralelamente, el fiscal especial Robert Mueller fincó cargos a su ex jefe de campaña, Paul Manafort, y a uno de sus socios, por 12 delitos que incluyen lavado de dinero.
Aunque en este caso, Mueller investigó hechos previos a la campaña que aún no tocan a Trump, queda claro que el fiscal está dispuesto a ampliar sus investigaciones hasta donde sea necesario, buscando quizá que alguien acabe involucrando al presidente. Al final de esta ruta podría haber un impeachement contra Trump, pero no puede descartarse que, antes, el presidente decida despedir a Mueller.
En cualquier caso, de momento los incentivos de los republicanos en el Congreso operan a favor de Trump y seguirán haciéndolo al menos hasta que concluyan las primarias para las elecciones de 2018.
El reciente discurso del senador republicano Jeff Flake, tan elogiado en la prensa por anunciar que antes de traicionar sus principios para alinearse con Trump prefería no buscar su reelección, en realidad confirma la enorme fuerza que el presidente mantiene en la base republicana. El mensaje fue claro: cualquier republicano que se enfrente a Trump pone en riesgo su carrera política.
Hay que recordar que, si bien Trump mantiene un bajo nivel de aprobación en general, entre los electores republicanos sigue arriba de 80 por ciento. Para esa base, la agenda nacionalista y populista de su presidente está muy por encima del tema ruso.
Además, la discusión legislativa ahora está centrada en una propuesta de reforma fiscal que une a los republicanos. Podrán discrepar en temas como el libre comercio, pero no en la reducción de impuestos que plantea esta iniciativa.
Trump se mantiene firme sobre sus dos pilares: su base y su partido. Desde esta perspectiva, aun en medio de anuncios escandalosos, para él, las noticias tal vez no sean tan malas como parecen.
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