Andrés Manuel López Obrador ha dejado constancia de que cuenta con otros datos, y basados en ellos volvió a ratificar su optimismo sobre el avance del país
A 90 días de cumplir dos años al frente del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador ha dejado constancia de que cuenta con otros datos. Y basado en ellos, volvió a ratificar su optimismo sobre el avance del país, al rendir su Segundo Informe.
¿Todo depende del color del cristal con que se mira? La aprobación presidencial ha descendido 12 puntos, mismos que ha ganado el desacuerdo con las acciones de AMLO, según muestran las encuestas publicadas en vísperas del Informe de Gobierno. “Están cuchareadas”, recriminó el presidente, tras indicar que una encuesta internacional lo coloca como el segundo mejor presidente del mundo. “Me he mantenido, hay una encuesta internacional en donde se mide a los jefes de Estado de los países, estoy en segundo lugar mundial y con la pandemia he caído dos puntos, pero cada quien tiene su medición”, aseguró.
Cada trimestre, Consulta –la firma demoscópica del actuario Roy Campos– genera un ranking global con los mandatarios mejor evaluados. Y efectivamente, AMLO no ha salido del Top 5, incluso con la contingencia sanitaria.
Pero el Ejecutivo federal no confía en las encuestadoras independientes, ni en los medios tradicionales. En la Oficina de la Presidencia trabaja un equipo especializado en opinión pública, y también circulan otros datos. Entre ellos, las mediciones elaboradas por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, un think tank que incluye entre sus consejeros a los morenistas Héctor Díaz-Polanco y Maximiliano Reyes; al expresidente de Ecuador, Rafael Correa, y al académico español Juan Carlos Monedero.
El Celag es el punto de encuentro entre los intelectuales de Podemos y Morena. Y hace un mes, un equipo encabezado por Gisela Brito y Guillermo Javier González, entregaron los resultados de una encuesta sobre el desempeño de AMLO como presidente. Entre sus hallazgos reportaron que la sociedad mexicana actualmente está en transición y dicha fase es “un horizonte de posibilidad que continúa abierto, impulsado fundamentalmente por la gran popularidad del actual mandatario y, en parte, por la ausencia de liderazgos relevantes en el espectro opositor”.
La medición justifica la retórica oficialista. “Si bien en la actualidad 37.1% de los mexicanos considera que más allá de quién gobierne el principal problema estructural del país es la impunidad/corrupción, al mismo tiempo más de la mitad de la ciudadanía (52.9%) se posiciona en la vereda contraria a la de la antipolítica y sostiene que ‘no todos los políticos son corruptos, algunos son honestos’. Y esta proporción está en sintonía con la valoración pública del actual mandatario”.
Hace tres meses –la encuesta Panorama político y social de México está basada en 2 mil entrevistas telefónicas realizadas en junio–, 55.3% de la población registraba una imagen positiva del presidente. Las sensaciones positivas (54.8%) respecto a su figura –afecto, confianza, respeto– casi duplican a las negativas (29.6%) –decepción, rechazo–, lo que correspondería con la construcción de una amplia base social. Y de un correlato en términos de identificación partidaria, puesto que al consultar a los mexicanos si tienen simpatía hacia algún partido político, una cuarta parte elige a Morena, mientras que el PAN y el PRI suman 16% (aunque la mitad de los encuestados no se identifica con ninguno de los partidos tradicionales).
Para los investigadores del Celag, que 38.4% de los mexicanos crea que el país “vive un momento de transformación profunda”, es otro dato que resulta ilustrativo de la transición. Y resaltan que casi 40% se inclinaría por AMLO si mañana hubiese nuevas elecciones.
Efectos secundarios
IMPASSE. Por voz de América González, interventora designada por el SAT en la administración de Interjet, los empleados de esa aerolínea tuvieron una respuesta contundente: no habrá cambio de razón social en la empresa que dirige Carlos Rello Lara. ¿Y los salarios caídos? La autoridad fiscal ha obligados al pago de impuestos atrasados y también a cubrir las cuotas con el IMSS, lo que ha propiciado –informó Alejandro Del Valle– una falta de liquidez, agravada por los efectos negativos de la pandemia del Covid-19 y las consecuencias de decisiones equivocadas de los antiguos administradores. Del Valle, con el aval de Rello, se comprometió ante los representantes de las distintas agencias a cubrir los salarios de agosto en una sola exhibición a la brevedad y entregar los vales de despensa de julio y agosto a más tardar el próximo 15 de septiembre. Sobre los trabajadores despedidos, nada se supo. Unos reclaman el pago de su finiquito, otros exigen la entrega inmediata del fondo de ayuda para el retiro.
CORRESPONSABLES. Suspendido por un mes, sin goce de sueldo, el abogado general del IPN, José Juan Guzmán Camacho, presumía de su amistad personal con el exsecretario Aurelio Nuño. Con esos respaldos pudo retirar la demanda contra los directivos de la Fundación Politécnico, encabezada entonces por Humberto Soto Rodríguez, quien desvió 25 millones de pesos de donativos que tendrían que haber llegado a los estudiantes. ¿Y el director general del Poli, Mario Rodríguez Casas, tuvo que ver en este asunto? Si sabía de las acciones de su subordinado, mal por el nulo mensaje de transparencia al evitar que un juez resolviera la controversia y si no sabía, peor…