“Soy una mujer institucional, de principios y valores, que siempre antepondré los intereses del Tribunal a los propios. Lo primero es la institución”, reiteró la magistrada Anaya Domínguez
Antes de que sus colegas pasaran a la urna, la magistrada pidió la palabra para preconizar su nombre y trayectoria. En la víspera había circulado información sobre una denuncia en su contra. “No tiene relación alguna con un caso de corrupción”, refutó Luz María Anaya Domínguez, quien compitió por la presidencia del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.
El pleno de ese órgano jurisdiccional inició el 2023 con la elección del sustituto de Rafael Anzures, quien concluyó su trienio como presidente del Tribunal. Y como ocurrió en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las presiones mediáticas afectaron a los principales candidatos y los cálculos de los expertos fallaron rotundamente.
En el Tribunal, Anaya Domínguez fue la primera aspirante en presentar su propuesta de trabajo, seguida por los magistrados Javier Olivas Ugalde y Guillermo Valls, vencedor de la votación en la primera ronda, no obstante diversos señalamientos, por su presunta cercanía con el exsenador panista Roberto Gil Zuarth y recientes indagatorias de la UIF.
La última vez que una magistrada presidió el pleno General del Tribunal Federal fue hace 18 años, pero nueve de los 15 magistrados con derecho a voto —incluidos los dos integrantes de la sección tercera— dieron su respaldo al magistrado chiapaneco, mientras que los otros dos candidatos repartieron el resto, tres cada uno.
“Soy una mujer institucional, de principios y valores, que siempre antepondré los intereses del Tribunal a los propios. Lo primero es la institución”, reiteró la magistrada Anaya Domínguez.
En la Suprema Corte, los once integrantes del pleno de ministros también dieron muestras de cohesión y disciplina institucional en la elección de su nueva presidenta. Antes de la votación, Yasmín Esquivel Mossa solicitó la palabra para defender su postulación y nuevamente ofrecer sus argumentos, ante la acusación de haber plagiado su tesis de licenciatura.
“Desde los poderes fácticos hay una manipulación de la información”, insistió, “hay quienes por razones económicas, cupulares o políticas quieren debilitar a esta Corte. Yo no me presté ni me prestaré a ello”.
El escándalo mediático garantizaba que la elección en el SCJN no se resolvería en primera ronda. Y también, el veto presidencial a las postulaciones de Javier Lainez Positek y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Se hizo historia en la SCJN. Una mujer presidirá el pleno de ministros por primera vez. Después del golpeteo, el ala obradorista en el poder Judicial queda en desventaja. La mayoría en ambas instancias jurisdiccionales rechazó a las candidatas promovidas desde Palacio Nacional. Natalia Téllez, en el TFJA, y Jasmín Esquivel en la SCJN. “El poder Judicial está secuestrado”, resumió ayer el Ejecutivo federal en su conferencia mañanera. Su “renovación profunda”, lamentó, será tarea del próximo gobierno.