En todo caso, México iría a esa batalla sin el sector de la población excluido por la 4T, desde 2018, de manera despreciativa… y llena de rencor
diciembre 2, 2024
No llega en buen momento la necesidad de unidad nacional frente al acoso de Trump. López Obrador enraizó la discordia entre “pueblo bueno y sabio”; y “fifís y neoliberales”. Además, México está en desventaja, porque registra un profundo declive institucional.
Viene “una batalla” contra Estados Unidos, adelantó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard: “Ganaremos la batalla a Trump por los aranceles del 25% que busca imponernos”. Pero México peleará sin poderes Legislativo y Judicial, ni organismos autónomos.
Y la presidenta se desliza en la inercia del expresidente: “
Sheinbaum: ni oposición ni la Corte ni los medios nos vencieron”, tituló El Universal el 15 de noviembre, tras una reunión de la mandataria con legisladores de Morena. Tampoco es que esa postura ayude mucho a la unidad.
También pide diálogo de iguales a Trump, cuando lo niega aquí a todos los que no quiere: la ministra presidenta de la Corte, ministros y jueces; los organismos ya ex autónomos, a los partidos de oposición: lo mismo que hizo López Obrador, durante seis años.
Además, la presidenta usa datos verificables para convencer a Trump de que Estados Unidos será el perdedor si deporta a mexicanos o rompe el T-MEC; mientras aquí exterminó a los organismos autónomos proveedores y verificadores de datos.
Por ejemplo, desapareció el Coneval, con lo cual canceló la evaluación independiente de la política social. Y desapareció el INAI, con lo cual canceló la información acerca del trabajo del gobierno, y el cuidado de la información privada de los ciudadanos.
O sea, lo que exige Sheinbaum para ante Trump y niega a sus gobernados es parte del retroceso que le marcó este mes a México una de las tres calificadoras globales más importantes, Moodýs: calificación de “estable” a “negativa”, debido al “debilitamiento del marco institucional”.
Y que Standard & Poors le recortara a México las perspectivas de crecimiento para 2025 del 1,5% al 1,2%, que es la mitad de lo que el gobierno de Sheinbaum. La conclusión de la calificadora es que “dudamos que México siga siendo una economía consolidada fiscalmente”.
El argumento de Standard & Poors es que, la consolidación con Sheinbaum, del populismo implantado en 2018 por López Obrador, está regresando a México la economía deficitaria del PRI de los años setenta, con gasto público basado en dinero prestado y no en producción de dinero.
Tampoco está en el carril adecuado el secretario de Economía, al hablar a los ciudadanos de “batalla económica” contra Estados Unidos, pues México no puede ganar una batalla económica a Estados Unidos: entraría en depresión económica y perdería 400 mil empleos.
En todo caso, México iría a esa batalla sin el sector de la población excluido por la 4T, desde 2018, de manera despreciativa.
Y llena de rencor.