Con López Obrador y Sheinbaum en el poder, México registró el mayor descenso en América en lucha contra la corrupción
Llegó rápido la respuesta de la economía al cochinero del Senado con las listas de aspirantes a jueces y ministros: México registró en enero una fuga de capitales por 35 mil millones. Pocos invierten en un país con jueces y ministros designados por el poder.
El Senado envió al INE la relación de elegidos por tómbola para ser jueces y ministros: no tienen email, CURP, número telefónico, clave de elector ni fecha de nacimiento. Ajá: esos fantasmas interpretarán las leyes y decidirán la justicia en México.
En noviembre, igual llegó rápido la respuesta de la economía al cambio de calificación a México “de estable a negativa, por el debilitamiento institucional que amenaza con socavar los resultados económicos”: volaron 71 mil 500 millones de un golpe.
Mientras el dinero escapa del país, el gobierno insiste en apuntalar su régimen político de eliminar derechos civiles y políticos a los ciudadanos, a cambio de darles dinero. Un perro mordiéndose el rabo: pierde dinero, pero basa su apoyo en regalar dinero.
Es de locos. Por ejemplo, la inseguridad provoca que sean asesinados cuatro adultos mayores a diario, la mayoría en sus casas para robarle. A ellos, el gobierno da seis mil 200 pesos. Les transfiere dinero, pero no seguridad… y les roban el dinero.
Peor, aunque el dinero se escapa, el gobierno aumenta locamente programas de regalo de dinero. Ahora agregó cuatro mil pesos a quienes se identifican con otras identidades de género y orientación sexual. Excelente. Pero después no podrá darles ni un peso.
Es una política económica disparatada de pan para hoy y hambre para mañana, porque su régimen político espanta la creación de riqueza. La agencia Moody’s lo explicó con peras y manzanas en noviembre:
“La perspectiva económica de México es negativa, debido al debilitamiento de los marcos político e institucional, que amenaza con socavar los resultados fiscales y económicos”. Se refirió a los jueces y ministros designados por el gobierno.
Para mayor desolación, México es hoy más corrupto que nunca antes en su historia, y acaba de retroceder en el índice de Transparencia Internacional, en el que se colocó en la posición 140 de 180. México está al nivel de Iraq, Uganda y Nigeria.
Con López Obrador y Sheinbaum en el poder, México registró el mayor descenso en América en lucha contra la corrupción: bajó cinco puntos desde 2018. Está peor evaluado que Cuba, Colombia, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia.
Y la corrupción crecerá desde junio, cuando quienes salgan a las urnas a votar por jueves y magistrados lo harán por personas puestas en las listas por el gobierno, pero que la inmensa mayoría no son jueces ni magistrados.
Sus nombres salieron en una tómbola.