Aunque el golpe demoledor de la cancelación del NAIN no fue sólo económico: el golpe del NAIM también fue al INE, el cual quedó reventado desde entonces, y sólo se recuperó un poco con las recientes marchas populares a su favor
El presidente gasta nuestros impuestos en pagar su peor error: acaba de meterle a su deuda por cancelar el NAIM, los seis mil millones de pesos que le pagaron los viajeros por la tarifa de uso del aeropuerto de la CDMX. Quema nuestra dinero.
Tras cancelar porque le dio la gana la construcción del aeropuerto de Texcoco, el presidente hizo perder a la economía nacional 13 mil 327 millones de pesos por el pago de indemnizaciones; y decidió pagarlos, en parte, con la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA).
Es el cargo que hacen los aeropuertos a los pasajeros por el uso de sus instalaciones y servicios. Hoy, en México, el TUA para los vuelos nacionales es de 28.04 dólares, y para los internacionales es de 53.24 dólares: 7.8 por ciento más que el año pasado.
El TUA se debería de estar dedicando a las medicinas para los niños con cáncer, a quienes el Presupuesto Federal destinó apenas 15 millones de pesos en 2023; mientras que destinó dos mil millones de pesos a la promoción del deporte favorito del presidente.
Como sea, la quema de dinero del TUA es otra de las terribles consecuencias de la criminal cancelación del NAIM, la cual fue calificada por el Financial Times en 2018, como “la peor estupidez de un presidente en la historia económica”.
Porque el NAIM estaba construido ya en un 30 por ciento, y tenía invertidos 100 mil millones de pesos de empresas en su inmensa mayoría mexicanas y su cancelación será pagada con nuestros impuestos (y el TUA) durante los próximos 26 años.
La “estupidez” provocó pérdidas estimadas en el PIB 1.04 billones de pesos en los trimestres comprendidos entre la cancelación y el último trimestre antes de la pandemia. Además, tres generaciones más pagarán cinco mil millones de dólares por indemnizaciones.
Ningún país se repone de eso, al menos en 50 años. En el estudio Costos económicos y distributivos de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, Guillermo Woo, explica: “Los efectos adversos del abuso del poder público por parte de un político populista”.
Aunque el golpe demoledor de la cancelación del NAIN no fue sólo económico: el golpe del NAIM también fue al INE, el cual quedó reventado desde entonces, y sólo se recuperó un poco con las recientes marchas populares a su favor.
Para cancelar el NAIM, el presidente apartó al INE con una consulta ciudadana ilegal, y él mismo confeccionó las boletas, las guardó donde quiso y en lugar de tinta indeleble para el pulgar de los votantes, usó colorante para hongos de los pies, que se cae con agua.
Desde un mes antes de tomar posesión…
Avisó que haría lo que diera la gana.