López Obrador canceló el NAIM, porque dijo que allí había depósitos de huachicol. Lo sustituyó con una una manita de gato de 116 mil millones de pesos al aeropuerto de Santa Lucia, y lo llamo AIFA
López Obrador canceló el NAIM, porque dijo que allí había depósitos de huachicol. Lo sustituyó con una una manita de gato de 116 mil millones de pesos al aeropuerto de Santa Lucia, y lo llamo AIFA. Pero le dio contratos en el AIFA a seis empresas huachicoleras.
Es la manita de gato más costosa en la historia. El AIFA iba a costar 74 mil 535 millones de pesos y costó al final 116 mil millones. Pero es un barril sin fondo, porque en 2026 Sheinbaum le meterá 744 millones 690 mil pesos para que pueda funcionar.
Si es que había huachicol en el NAIM, pues hubo más en el AIFA: la causa penal 325/2025 de la FGR, indica que los sobrinos del secretario de Marina de López Obrador metieron en el AIFA empresas vinculadas a la trama de huachicol y les dieron contratos millonarios.
Por la causa penal 325/2025 ya está preso el vicealmirante detenido Manuel Farías Laguna, sobrino político del exsecretario de Marina, Rafael Ojeda Durán. Y otro sobrino, el también vicealmirante Fernando Farías Laguna, se encuentra prófugo.
Según El Universal, son investigadas Constructora y Perforadora Latina S.A. de C.V., Galem Energy, Abastecedora de Combustibles del Pacífico S.A. de C.V., Maquiladora de Lubricantes S.A. de C.V.,
Comercializadora de Combustible Gutasa S.A. de C.V., y Ecocarburante S.A. de C.V.
Y no sólo invirtieron en el AIFA: también en obras de la Secretaría de Marina, Pemex, Conagua y otras, con contratos multimillonarios y permiso del gobierno de López Obrador, en una muestra, más que fehaciente, de su doble discurso anticorrupción.
Sí: un doble discurso anticorrupción que potencia todavía más el desastre histórico que fue la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que estaba construido en un 30%, con 100 mil millones de pesos invertidos, de empresas basicamente mexicanas.
En la cancelación del NAIM y la construcción del AIFA, López Obrador gastó 25 mil millones de dólares, y el crecimiento económico de México pasó de 2.5% a menos 1%. Financial Times lo calificó como “la peor estupidez de un presidente en la historia económica”.
Ahora, la 4T tiene que gastar nuestros impuestos en pagar aquel error, pues mete a su deuda de 13 mil 327 millones de pesos (por pago de indemnizaciones) lo que erogan los viajeros por la tarifa de uso del aeropuerto de la CDMX: el TUA.
El TUA debería de dedicarse a comprar medicinas para los niños con cáncer o vacunas contra el sarampión, resurgido en México, que hoy encabeza la mortalidad por esa enfermedad en América, según la OPS. Van cuatro mil 553 casos y 19 muertes.
Pero el TUA se va en pagar lo que el Financial Times calificó como “la peor estupidez de un presidente en la historia económica”.
