Hay que ver cómo opera el presidente Andrés Manuel López Obrador el distractor de la consulta para enjuiciar a los expresidentes
Hay que ver cómo opera el presidente Andrés Manuel López Obrador el distractor de la consulta para enjuiciar a los expresidentes.
Él dice que no le gusta la venganza, que él votaría en contra y que él prefiere que el pueblo bueno proponga la consulta o en su defecto el Congreso. Pero que, si ni unos y otros lo hacen, él tendrá que hacerlo en el nombre de las mejores causas populares.
Así, el Presidente consigue lo que quiere, pero se lava las manos cuando traspasa el costo político a los que deciden hacerlo… porque él va a votar en contra.
Con el Paquete Económico del próximo año y la dramática caída de los ingresos puede ocurrir lo mismo.
El líder de la 4T asegura que se mantendrá la disciplina fiscal, que no se aumentará la deuda, que no habrá un desequilibrio presupuestal y que no se subirán impuestos.
Está claro entonces que, en la propuesta de Paquete Económico de la próxima semana, que incluye Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos para el 2021, no habrá una iniciativa presidencial de nuevos impuestos o tasas más altas de los existentes.
Pero, para eso están los muy obedientes diputados y senadores de Morena y satélites que le acompañan, para sacar la cara por el movimiento y asumir como propio el sacrificio de proponer algún aumento en las tasas de recaudación de algún impuesto o incluso alguno nuevo.
Sería mucho descaro que montaran una consulta popular donde la gente aceptara gustosa pagar más impuestos, aunque está claro que en eso de obtener el resultado deseado en las consultas son unos maestros.
No hace falta, ahí están las Cámaras de Diputados y Senadores para hacer el trabajo. Porque si antes se decía que “el Presidente propone y el Congreso dispone”. Ahora, el Presidente ordena… y punto.
La caída en los ingresos tributarios y sobre todo en los ingresos petroleros, el aumento porcentual de la deuda pública, más la negativa de dejar de gastar en proyectos inútiles hacen necesario aumentar el endeudamiento o incrementar los ingresos.
Jura el presidente que no optarán por mayor endeudamiento. Es creíble, porque se ve que esa es una de sus afortunadas obsesiones. Pero otra de sus testarudeces es gastar a manos llenas en sus proyectos de infraestructura faraónicos y en sus programas clientelares.
Así que, para que este barco mexicano no se hunda tendrían que echar mano de los bolsillos de los contribuyentes. Y entonces, regresan los sueños calenturientos de los impuestos a las herencias y se ponen a la mano los impuestos especiales en combustibles y refrescos para sacar unos cuantos miles de millones de pesos.
En menos de dos años este gobierno se acabó los guardaditos de varios sexenios y el margen que tiene esta administración para no provocar una crisis presupuestal es bajo. Esa sería la peor combinación con la crisis económica actual.
Puede ser que este gobierno no pase a la historia como uno corrupto, pero puede inscribirse como aquel que regresó al país las peores crisis económicas.
Finanzas apretadas
- 0.1% anual crecieron en junio los ingresos tributarios.
- 41.3% fue la caída anual de los ingresos petroleros al primer semestre del 2020.
Poco margen de maniobra
En menos de dos años este gobierno se acabó los guardaditos de varios sexenios y el margen que tiene esta administración para no provocar una crisis presupuestal es bajo. Esa sería la peor combinación con la crisis económica actual.