La numeralia peñista admite un récord: es el sexenio que más presidentes del CEN del PRI ha visto pasar. Desde Pedro Joaquín Coldwell —quien levantó la mano del candidato triunfador de las elecciones hace seis años— hasta el que será (re)electo mañana, ocho personalidades habrán dirigido al tricolor. Una decena, si se cuenta a Cristina … Continued
La numeralia peñista admite un récord: es el sexenio que más presidentes del CEN del PRI ha visto pasar. Desde Pedro Joaquín Coldwell —quien levantó la mano del candidato triunfador de las elecciones hace seis años— hasta el que será (re)electo mañana, ocho personalidades habrán dirigido al tricolor. Una decena, si se cuenta a Cristina Díaz y Humberto Moreira, desde que Enrique Peña Nieto fue perfilado a la candidatura presidencial.
¿Más los que se acumulen? El artículo 178 de los Estatutos del PRI establece que el titular de la presidencia del CEN priista cubrirá un periodo de cuatro años en esas funciones. Manlio Fabio Beltrones fue electo el 20 de agosto del 2015, pero apenas pasó nueve meses en el cargo.
Desde entonces, el PRI acumula tres presidentes: Enrique Ochoa Reza, quien fue electo presidente sustituto el 12 de julio del 2016, pero renunció el pasado 2 de mayo, luego de 22 meses en funciones.
La prelación, en este caso, aseguraría el ascenso de la excanciller Claudia Ruiz Massieu, pero su integración en la lista de candidatos plurinominales al Senado de la República y su abierto enfrentamiento con el grupo videgaraydista impedían su promoción. Así que una breve separación de su cargo partidista permitió que su paisano, el exgobernador René Juárez Cisneros, y el exmandatario de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, se incorporaran al CEN, lo que implicó el desplazamiento de Héctor Gómez Barraza de la secretaría de operación política y de José María Tapia, de Acción Electoral.
Juárez Cisneros apenas estuvo 75 días como presidente nacional del PRI. La prelación, otra vez, puso a la también exsecretaria de Turismo en la primera posición del PRI… para cubrir un breve espacio de tiempo: apenas 33 días.
En medio, el PRI tuvo que ajustarse a una autoimpuesta camisa de fuerza. Y es que a la renuncia de Ochoa Reza, con las voces de representantes de distintos grupos exigiendo la elección de una nueva dirigencia in crescendo, la Comisión Política Permanente acordó que el plazo de 60 días naturales para convocar a la elección del nuevo presidente del partido correría a partir del día siguiente de la calificación del cómputo de la elección presidencial.
“En virtud de la renuncia del titular provisional de la presidencia del CEN (Juárez Cisneros), la prelación para que la titular de la secretaría general (Ruiz Massieu) y la calificación de la elección presidencial, se actualiza la hipótesis prevista en el párrafo cuarto del artículo 179 de nuestro Estatuto”, dice la convocatoria publicada el pasado viernes.
La Comisión de Procesos Internos dispuso que entre la emisión de la convocatoria y la elección de la nueva dirigencia apenas transcurran 72 horas. Y siendo una elección extraordinaria se aplicará un procedimiento “que concilia el cumplimiento de la normatividad interna con el sentido de atención prioritaria y dinámica requerido en este caso”, refiere el numeral 23.
Este lunes, entre las 7:30 y las 8 de la noche se recibirán las solicitudes de registro de los aspirantes. Antes, el exgobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, será ratificado como dirigente nacional de la CNC luego de un proceso interno en el que se renunció al interinato para competir por el cargo. Fue candidato único y será aclamado, por unanimidad.
EFECTOS SECUNDARIOS
ENFRENTE. Mientras el PRI alista la unción de Claudia Ruiz Massieu como lideresa nacional, en Morena su asamblea soberana, en un congreso extraordinario, decidió prorrogar un año el mandato de la actual dirigencia, que encabeza Yeidckol Polevnsky, quien tendrá que posponer un año su anhelo de integrarse a la estructura gubernamental, por instrucciones de AMLO.
¿PREVISIONES? Ante la austeridad anticipada y un forzado proceso de entrega-recepción, los trabajadores del Senado de la República han sido notificados de que su aguinaldo —80 días de sueldo— se reducirá a la mitad y que el último bono trimestral del año, programado para entregarse dentro de dos meses, simplemente no llegará. ¿Acaso esos recursos no fueron presupuestados desde el año pasado?
REPARACIONES. Con la rúbrica del próximo secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, comenzó a circular la convocatoria para la consulta popular que derivará en la “verdadera transformación educativa”… justo el día en que inicia el ciclo escolar 2018-2019. Casi 26 millones de alumnos de educación básica inscritos en los planteles públicos regresan a las aulas y serán sujetos de la implementación del “nuevo modelo” ideado en el breve lapso en que Aurelio Nuño estuvo al frente de la SEP. Adiós a la reforma peñista: el nuevo Acuerdo Nacional para una Educación con Equidad y Calidad para el Bienestar de Todos los Mexicanos —propone Moctezuma Barragán— involucrará a maestros, estudiantes, padres de familia, autoridades educativas, investigadores, organizaciones de la sociedad civil y especialistas en la materia educativa. Y es que ni los foros promovidos por Emilio Chuayffet ni la “amplia consulta” encabezada por Aurelio Nuño habrían cumplido con la meta de “escuchar ideas y propuestas para mejorar la educación y fortalecer su carácter laico, gratuito y plural”. El propósito de la consulta ciudadana —“escuchar la voz y experiencia de los actores vinculados con la educación, en especial la del magisterio”— podrá concretarse por distintas vías. Una, “masiva y democrática”, ocurrirá en la plataforma http://porunacuerdoeducativo.com, a partir del próximo viernes 25, en la que deberán registrarse ponentes y participantes de los 32 foros estatales que se programarán entre el 27 de agosto y el 29 de octubre en diversas sedes universitarias, por definir. Adicionalmente ocurriría un “diálogo social”, a través de visitas realizadas por brigadistas voluntarios a hogares en todo el país.
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