Son las familias de los burócratas de la 4T, a quienes rebajará el salario, a razón de 12 mil 501 subdirectores, cinco mil 643 directores, 913 directores generales adjuntos, 584 directores generales, 104 jefes de unidad y 104 subsecretarios, entre otros
Chocó con un iceberg la estrategia estatista de la 4T de reventar a la IP para quedarse sólo con algunos empresarios amigos: Estados Unidos, en cuya economía descansa su único plan de obtención de recursos, vio acabar ayer su periodo de crecimiento más largo de la historia.
Esa dependencia exclusiva de la economía estadounidense (para así poder aplastar a la empresa privada aquí y convertir al Estado en controlador de la planta productiva) fue lo que hizo a la 4T aceptar convertirse en la migra de Trump en la frontera con Centroamérica.
Pero la economía de Estados Unidos retrocedió 1.2 por ciento durante el primer trimestre (que es igual a una caída de 4.8 por ciento en tasa trimestral anualizada), algo que no registraba desde la Gran Depresión de 1929.
Y, hoy mismo, 26 millones de estadounidenses han solicitado al gobierno el apoyo por desempleo: es decir, uno de cada seis trabajadores formales en Estados Unidos se encuentra en el hoyo económico, una cifra que no se veía desde la II Guerra Mundial.
En aquella economía quebrada (y no en el apoyo a nuestra planta productiva de capital privado) es lo que descansan los sueños de prosperidad del gobierno mexicano, que, por lo mismo, en estos momentos enloquece buscando de dónde sacar lana.
Por ejemplo, para que el presidente se haga de tres mil 500 millones de pesos para paliar un poco la tormenta económica, el gobierno está dañando la subsistencia de 20 mil familias de clase media, al recortarles sus ingresos actuales de dinero.
Son las familias de los burócratas de la 4T, a quienes rebajará el salario, a razón de 12 mil 501 subdirectores, cinco mil 643 directores, 913 directores generales adjuntos, 584 directores generales, 104 jefes de unidad y 104 subsecretarios, entre otros.
Un desatino político, además, porque la mayoría de la burocracia votó a favor de Morena en las elecciones presidenciales de 2018, pero en el mismo arranque del gobierno le pagaron con el despido de más de 10 mil trabajadores de oficina.
Aunque también es una muestra de torpeza administrativa, porque, por ejemplo, los directores de área son los encargados de que funcionen los programas clientelares de entrega de recursos del gobierno para garantizar el voto en las elecciones de 2021.
Una devastación económica que tendría, hoy, menos grados de calamidad si la actual administración no hubiese convertido en enemigo a la mayoría del empresariado, y si hubiera promovido la inversión privada.
Pero la 4T se lo jugó todo a que, con el T-MEC, los pajaritos cantaran y las nubes se levantaran, y que el barril de petróleo costara este año 49 dólares, pero ayer estaba a 9.44 dólares.
Es un perfecto desastre.