México ha tenido uno de los peores manejos de la pandemia dentro de los países emergentes y eso ha condicionado la velocidad de la recuperación
Así, como pateando un bote, ya se nos fue la primera mitad de este 2021 y a estas alturas de la ansiada recuperación económica, tras la peor parte de la pandemia, seguimos extrañando un crecimiento más homogéneo y si algo nos sobra es la inflación.
México ha tenido uno de los peores manejos de la pandemia dentro de los países emergentes y eso ha condicionado la velocidad de la recuperación.
Al pésimo manejo de las medidas sanitarias contra la Covid-19 hay que sumar la ausencia total de ayudas para los agentes económicos en plena crisis y una aplicación muy lenta de las vacunas, salvo los días previos a las elecciones del 6 de junio.
El inicio de este año estaba llamado a ser de un despegue importante en la economía, pero en lugar de ello tuvimos la peor ola de contagios y de muertes de toda la pandemia en el primer bimestre de este 2021.
El plan de recuperación económica que hoy funciona y que permite a México aspirar a una tasa de rebote superior a 5% en su Producto Interno Bruto este año es el plan de recuperación económica de Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
El rebote más importante se concentra en los sectores relacionados con el mercado externo, mientras que los indicadores que reflejan las condiciones internas se recuperan más lentamente.
Si bien es imposible saber los alcances y la peligrosidad de las variantes del SARS-CoV-2 original, sí se podrían mitigar sus efectos negativos con una aceleración del proceso de vacunación. Pero claramente el gobierno de López Obrador perdió todo interés en intensificar la campaña de vacunación una vez que pasaron las elecciones. Son muy obvios, pero no les importa.
Esta segunda mitad del año que está a punto de iniciar también estará marcada por los diferentes efectos que producen las altas tasas de inflación.
El Banco de México se vio forzado a dar un golpe de autoridad con un incremento de un cuarto de punto en la tasa de interés interbancaria. Un movimiento inesperado que en primera instancia regresó la calma al mercado cambiario.
No parece que este movimiento de la Junta de Gobierno del Banxico permita adelantar que es el inicio anticipado de un ciclo de alzas en las tasas de interés. Parece ser, más bien, la muestra de que el banco central mexicano es dinámico y sabe reaccionar. Este puede ser un espacio que se hace el Banco de México para abrir un nuevo compás de espera para ver si, efectivamente, los precios pueden encontrar la estabilidad después de los choques provocados por la crisis derivada del confinamiento por la pandemia.
Una señal inflacionaria importante puede llegar en el tercer trimestre que inicia mañana. Agosto y septiembre serán determinantes para ver los ajustes que tendrán las colegiaturas tras su congelamiento el año pasado. Les puede pasar lo mismo que a los boletos de avión, las líneas aéreas no tuvieron empacho en recuperarse de un jalón. Las escuelas podrían llevar la inflación a un nivel que espante a muchos.
En fin, pandemia, recuperación dispar y preocupaciones inflacionarias nos acompañarán en esta segunda mitad del 2021.