Mientras tanto los contagios aumentan y aunque la permanencia de los pacientes en terapia inensiva no ha llegao a punto crítico, puede acercarse. No nos están diciendo nada de ello
La primera víctima. Una nueva cepa de COVID se está extendiendo silenciosamene por el mundo. Los gobiernos insisten por todos lados que esta nueva modalidad es más contagiosa pero menos letal que la que nos trajo dos años a mal traer, con cientos de miles de mexicanos muertos innecesarios por la errática política de salud pública que afortunadamente ya se va.
Una política sanitaria que salpicó de imbecilidad en muchas ocasiones. Basta recordar al secretario de salud afirmando que él no vacunaría sus nietos contra el Covid, o al presidente de la república afirmando que escapularios y limpias de brujos le protegían del contagio.
En los estertóres de su final, el cuatrote no admite la gravedad de los miles de nuevos brotes, pero pone a la disposición de los mexicanos que quieran vacunarse las tristemente célebres vacunas Patria y Abdala, de producción mexicana y de Cuba respectivamente; ambas carecen de un mínimo respaldo serio internacional y su efectividad es dudosa. Los que quieran una vacuna norteamericana tienen que pagarla en las farmacias que las tengan en existencia a precios que la mayoría de los mexicanos no puede pagar.
Mientras tanto los contagios aumentan y aunque la permanencia de los pacientes en terapia inensiva no ha llegao a punto crítico, puede acercarse. No nos están diciendo nada de ello.
El problema es mundial. No se ha encontrado una vacuna nueva que acorrale a la variante del virus de hoy. Lo peor de la realidad es que vacunados o no, todos estamos en el peligro inmediato de infectarnos, especialmente si no tomamos las precauciones necesarias. Los epidemiólogos dicen que los que podemos hacerlo debiéramos vacunarnos una vez al año. Sin garantía de inmunidad.
La víctima número uno de esta novedad, y yo espero que no sea mortal, ha sido ya Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos. Un coctel mortífero en el que se mezclan el pobre desempeño de Joseph en el debate presidencial, su participación lamentable en la reunión de la OTAN en dónde confundió en su presencia al presidente de Ucrania con Putin, y a la vicepresidente Kamala Harris con Trump, sólo necesiataba de un raro atentado fallido en contra de Trump, en donde una bala le rozó la oreja derecha. Ya se dio, para la sonrisa triunfal del pelipintado
Según la sabiduría mexicana nomás faltaba que a Biden le orinara un perro o que se le detectara Covid. De lo del perro no estamos informados, pero la infección le está dando una buena salida a Biden para no sufrir la humillación que la victoria electoral del 5 de noviembre le propinaría. El mismo Barack Obama le ha sugerido ya al presidente que se retire. Ya lo sabremos.
PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): El juego favorito de los mexicanos hoy por hoy, es en qué medida el presidente López está participando en las designaciones del gabinete de la Presidente Sheinbaum. Los optimistas creemos que no, y que la sugerenca de Zoe Robledo y amigos que le acompañaron el otro día fue una fanfarronada de las que acostumbra en sus mañaneras. O un caliz para la presidente electa. La piedra angular de este jueguito está en el sector salud. Si el criminal doctor López-Gatell conserva una chamba firme en la secretaría de salud, estamos jodidos todos ustedes, como dijo el norteño.
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