Aunque Morena aseguró en campaña que no habría amiguismo en el próximo gobierno, varios funcionarios son amigos cercanos del presidente electo
Sorprende el asombro de algunos con el reparto de puestos del ganador de las elecciones a colaboradores de años, o familiares de éstos: olvidan que su partido no es un partido, es un grupo de cercanos del cual se colgó una multitud de oportunistas.
La más reciente polémica es por la vacante en la Corte entre:
1.-La magistrada Paula María García Villegas Sánchez Cordero, hija de la exministra Olga Sánchez Cordero, senadora por Morena y nombrada secretaria de Gobernación.
2.-Yasmín Esquivel Mossa, esposa del constructor de los segundos pisos del Periférico durante el mandato del presidente electo en el DF, y primer defensor de cancelar el NAIM para hacer el aeropuerto en Santa Lucía.
3.- Leticia Bonifaz, directora general de Derechos Humanos de la Corte.
Si se revisa el comportamiento histórico del ganador de las elecciones para confiar sólo en afines, se atisba que la próxima ministra será la hija de la futura secretaria de Gobernación o la esposa del constructor de los Segundos Pisos.
Vale la pena recordar cómo surgió Morena:
—Los hermanos del presidente electo, Pío y Ramiro, encabezan la estructura en Chiapas.
—Su hijo Andrés López, en Tabasco.
—Su sobrina Helena, Tesorera en Campeche.
—El primo de su chofer, líder en Quintana Roo.
—El esposo de Layda Sansores, jefe en Campeche.
—La que será secretaria del Trabajo, colocó en la estructura de Durango a sus amigas María de Jesús Páez y Socorro Páez.
No debe asombrar entonces que:
—La próxima presidenta jefa del SAT sea Rosalinda López Hernández, esposa del morenista gobernador electo en Chiapas y hermana del morenista gobernador electo de Tabasco.
—La próxima titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, sea la esposa del director de Formación Política de Morena, John M. Ackerman.
—El ex secretario particular del presiente electo, René Bejarano, controlará 292 mil millones de pesos anuales de los programas sociales del nuevo gobierno, a través de Rabindranath Salazar, asistente de su esposa y que estará al frente del Banco del Bienestar del Pueblo.
Los estatutos de Morena prohíben “la creación de tribus, facciones, grupos, corrientes internas y la asignación de cargos por cuotas, el clientelismo, la perpetuación en los cargos y el uso de recursos para imponer o manipular la voluntad”.
Y el pasado 29 de abril, en campaña, el a la postre ganador de los comicios, dijo sobre el hoy gobernador electo de Chiapas que es “mi amigo del alma, los que nos han acompañado desde hace 40 años, si incurre en corrupción, castigo. No va a haber amiguismo”.
Sí, “no habrá asignación de cargos por cuotas” y “no va a haber amiguismo”, pero…
Eso era sólo para la campaña.
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