Abundan quienes vieron “desproporcionada” la reacción de los dueños ante el “muy lamentable abuso de confianza” del que resintieron “agravio, ofensa y engaño”. ¿Causa?: el uso de la marca Noticias MVS por el equipo de Carmen Aristegui para sumarse a un servicio wikileakiano de información. Vino primero el despido de dos colaboradores de Carmen, quien … Continued
Abundan quienes vieron “desproporcionada” la reacción de los dueños ante el “muy lamentable abuso de confianza” del que resintieron “agravio, ofensa y engaño”.
¿Causa?: el uso de la marca Noticias MVS por el equipo de Carmen Aristegui para sumarse a un servicio wikileakiano de información.
Vino primero el despido de dos colaboradores de Carmen, quien el viernes emplazó a la patronal a reconsiderar la medida, y anoche el de la señora.
Queda otra vez a debate la relación laboral entre periodistas y empleadores, pero no faltan los oportunistas del cuento que alertan contra un imaginario “atentado” a la libertad de expresión, información y opinión.
Carmen acusó a MVS de recurrir a “la estridencia mediática y a crear un clima de ruptura”, pero bien sabe que lo desproporcionado, estridente y rupturista pudo evitarse si, como apuntó en su Astillero Julio Hernández (La Jornada, del viernes), ella misma hubiera dado una simple “réplica específica” al punto ético del uso indebido de la marca.
Tan sencillo como reconocer con humildad un vergonzoso error y conservar su exitoso programa.