Cada vez que las expectativas de crecimiento del PIB se reducen es un aviso más de que será muy difícil poder cumplir con los objetivos de ingreso que el Ejecutivo planteó en su propuesta de Paquete Económico para el 2020
Cada vez que las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto de México (PIB) se reducen es un aviso más de que será muy difícil poder cumplir con los objetivos de ingreso que el Ejecutivo planteó en su propuesta de Paquete Económico para el 2020.
Siguen sin encontrar piso las revisiones a la baja de las expectativas de crecimiento del PIB para lo que resta de este y el siguiente año. Cada vez se ve más cercana una estimación de cero crecimiento este año, como la de Barclays, que en su más reciente revisión estima una expansión económica este 2019 de apenas 0.2 por ciento.
Y no se trata de una competencia de a ver quién da menos margen al crecimiento económico. Es la combinación de los malos resultados que se siguen acumulando sin que haya cambio en las tendencias y la falta clara de motores de crecimiento para los siguientes trimestres.
El favorable escenario mundial que tuvo México este año no parece ser el mismo para el 2020. Estados Unidos podría librar caer en una recesión, pero es un hecho que los temas externos, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, el Brexit y los conflictos petroleros harán que la economía global se ralentice.
Una economía global detenida tiene una afectación directa en nuestro país. Y si fallan los cálculos en materia de ingresos y se opta por hacer recortes en el poco gasto productivo que se contempla en la propuesta, para privilegiar el gasto asistencialista de los programas sociales de la 4T, el Paquete Económico será un lastre y no un motor para librar bien el 2020.
Claro que siempre tendrán abierta la puerta falsa del endeudamiento para conseguir las metas de gasto ante una baja en los ingresos.
Al menos hasta ahora lo que se escucha entre muchos legisladores de Morena es que se pueden incrementar los ingresos públicos, lo mismo con las medidas tributarias que con la sobreestimación de muchos de los criterios económicos para el 2020.
Si este año difícilmente se puede superar 0% de crecimiento, es muy difícil que, durante el 2020, con ese ánimo recesivo mundial, sin motores de crecimiento internos, sin gasto productivo y sin confianza para invertir, se pueda llegar al imaginario de 2% que hoy estiman.
La salud financiera de Petróleos Mexicanos también se ha subestimado y no está lejana la degradación crediticia de la petrolera, con todas las consecuencias financieras que ello implica. Y no lo quieren ver.
Están los legisladores muy a tiempo de hacer un buen Paquete Económico para el próximo año, donde quede claro que hay muchos más riesgos que oportunidades para la economía mexicana.
El punto de partida de un Paquete Económico que ayude a la economía mexicana a sobrevivir el 2020 es calcular con base en criterios económicos creíbles, una expectativa de crecimiento conservadora, un precio del petróleo realista, de la mano de una plataforma de producción no fantasiosa. Tasas de crecimiento de la recaudación tributaria sensatas. Tipo de cambio y tasas de interés dentro de los márgenes del mercado.
Diputados y senadores deben cuidar al máximo los ingresos y no, por ejemplo, subsidiar las gasolinas para cumplir con la propuesta populista de no subir esos combustibles.
Y en el gasto, la ambiciosa agenda de programas asistencialistas del presidente López Obrador debe dejar margen al gasto de inversión, que es lo que realmente puede hacer que la economía tenga alguna reactivación.
En fin, que tienen tiempo de hacer lo correcto.