Por lo tanto, no existe nada más antidemocrático que el socialismo, porque aparece bajo la bandera del progreso pero al final sólo ofrece corrupción, explotación y decadencia
* El ex presidente estadounidense volvió a mostrar su animosidad hacia el socialismo
* Monreal Ávila identifica a un México profundamente polarizado y dividido
* La plataforma “Reconciliación por México” será su plataforma para el 2024
TE LO DIGO PEDRO, PARA QUE LO ENTIENDAS, PABLO.- De orígenes diametralmente opuestos, el estadounidense Donald Trump y el zacatecano Ricardo Monreal recientemente nos ofrecieron a través de sendos discursos que presentaron frente a sus simpatizantes, una inmejorable oportunidad para reflexionar sobre el tipo de país en el que nos hemos convertido gracias a la llamada 4ª Transformación. Sin necesidad de utilizar nombres y apellidos, el ex presidente de los Estados Unidos y el presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Senado de la República, cada uno por su lado, desmenuzaron muy a su estilo cada uno, el difícil, complejo y triste tiempo presente que se vive en México. De primera mano, retomando lo dicho por el republicano, quien acaba de hacer públicas sus intenciones de querer regresar a la Casa Blanca, vale la pena prestarle atención a lo que dijo refiriéndose a los regímenes socialistas y los mandatarios emanados de éstos: “El socialismo promete prosperidad, pero produce pobreza; el socialismo promete, unidad, pero produce odio y discordia; el socialismo promete un mejor futuro, pero siempre regresa a los capítulos más oscursos del pasado; el socialismo es una triste y desacreditada ideología arraigada en la ignorancia total de la historia y la naturaleza humana… y eso siempre dará lugar a la tiranía; los socialistas profesan amor a la diversidad, pero siempre insisten en la conformidad absoluta; el socialismo no se trata de justicia, no se trata de igualdad y tampoco se trata de sacar a los pobres de la pobreza, sino que se trata de una sola cosa: poder para la clase dominante; y cuanto más poder obtienen, más lo anhelan; controlan los servicios de salud, controlan las finanzas, controlan la energía, controlan la educación… lo controlan todo; los socialistas deciden quién gana y quién pierde, qué es cierto y qué es falso e incluso deciden quién vive y quién muere. Por lo tanto, no existe nada más antidemocrático que el socialismo, porque aparece bajo la bandera del progreso pero al final sólo ofrece corrupción, explotación y decadencia”.
UN MÉXICO DE DOS BANDOS.- Por su parte, el senador morenista, durante la presentación de su plataforma “Reconciliación por México”, este fin de semana en la Arena México de la colonia Doctores de la Ciudad de México, hizo una muy fuerte autocrítica hacia el movimiento al que pertenece y ahí, sobre el cuadrilátero de la llamada catedral de la lucha libre mexicana, frente a 13 mil simpatizantes, el político mexicano reconoció que nuestro país está profundamente radicalizado y dividido: “Estamos viendo cómo la descalificación y una lucha sorda para tener la razón están generando división social. Nos están dividiendo en grupos que hacen referencia, como pocas veces en la historia, a nuestro tono de piel, nuestro lugar de nacimiento, nuestros estudios y hasta nuestras aspiraciones en la vida. Se ha generado una percepción de que hay grupos de buenos y malos, de ricos y pobres, de morenos y güeros, los correctos y los equivocados, lo que definitivamente está mostrando la peor versión de México y eso está generando enemigos donde antes había amigos. Y lo que es peor, está nación tan grande se está encogiendo debajo de las descalificaciones, quedando reducida sólo a opuestos; se están generando rechazos donde podría haber convivencia y se pronuncian descalificaciones en lugar de opiniones. Hay hermanas y hermanos que ya no se frecuentan, familias que ya no se reúnen los domingos a comer porque supuestamente son de diferentes bandos. Lo que está sucediendo en México es delicado. Esta polarización es veneno para nuestro país, ya que genera desconfianza entre nosotros mismos e incluso en nuestras relaciones más cercanas enciende conflictos y conduce al odio y la violencia”. *** Y es por esto que Monreal Ávila propuso una gran cruzada de reconciliación nacional cuyo ingrediente principal será la colaboración entre ciudadanos que valoren la diversidad y reconozcan que ésta es necesaria para generar mejores soluciones. Se trata de una reconciliación entre todos los mexicanos verdaderamente interesados en una unidad real y sin divisiones. Por lo tanto, se requiere de distintos actores para cimentarla e impulsarla: El gobierno, la sociedad civil, los medios de comunicación y todos los partidos políticos; prometiendo que todas las voces serán escuchadas; que ninguna preocupación quedará fuera o alguna propuesta no contemplada.
NI LAS VEN, NI LAS OYEN.- Las señoras Claudia Sheinbaum y Delfina Gómez ya cabalgan en caballo de hacienda en sus campañas proselitistas para buscar la Presidencia de la República (en 2024) y la gubernatura del Estado de México (en 2023), respectivamente y tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Hay un dispendio de recursos bárbaro y los árbitros electorales haciéndose como el tío Lolo.
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