La falta de costumbre de castigar por violencia política de género hace más flexible las leyes cuando se trata de castigar a los misóginos
La oposición y algunos medios todavía publican el rumor desmentido y aclarado suficientemente sobre el supuesto descuento que realizó a los trabajadores de sus oficinas la actual gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, a los trabajadores del Ayuntamiento de Texcoco cuando ella era presidenta municipal.
Las diferentes instancias investigaron y dieron la razón a Delfina Gómez, a quien habían atacado con mayor saña por el hecho de ser mujer. La guerra sucia contra ella recuerda la emprendida contra la actual gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle.
La dos salieron bien libradas y curtidas de la experiencia que ganaron al salir victoriosas de esas guerras que solo ensucian a quienes las emprenden. En ambos casos, Delfina Gómez y Rocío Nahle se convirtieron en las primeras gobernadoras mujeres en sus entidades, rompiendo la tradición y consolidando que es tiempo de mujeres.
A pesar de la guerra sucia Delfina Gómez ganó con 8 por ciento más votos que su contrincante Alejandra del Moral, quien luego de la contienda se cambió a Morena, donde actualmente milita.
En el caso de Rocío Nahle la diferencia ante su contrincante fue de 28 por ciento, y la guerra sucia tuvo una intensidad poco común contra ella.
El Estado de México y Veracruz eran considerados bastiones del conservadurismo, espacios donde gobernaba una derecha rancia y tradicionalista del PRIAN. En ambos casos fueron las mujeres quienes consolidaron la presencia de la transformación que da lugar a la reivindicación de las mujeres que tienen ahora el lugar que les ha correspondido por muchos años y que varios personajes, incluso dentro de Morena, no están de acuerdo.
Ahora, el Instituto Nacional Electoral impuso sanciones al PAN, PRI Verde y Nueva Alianza por incurrir en prácticas de simulación y triangulación ilegal de recursos.
En Zacatecas los multó por descontar vía nómina a trabajadores de los ayuntamientos Tlaltenango de Sánchez Román y Villanueva, para enviarlos supuestamente a las arcas de esos partidos, sin justificación fiscal o legal.
La auditoría superior de aquella entidad señala que el monto denunciado es de poco más de medio millón de pesos, de ambos municipios. Por esta razón se impuso al PAN reducción de 25 por ciento de su ministración mensual de un concepto, por 85 mil 522 pesos; al PRI, 334 mil 538; PVEM, 98 mil 403 y a Nueva Alianza, 387 mil.
Para el Partido Verde hubo una multa mayor por irregularidades encontradas en la revisión del informe anual de ese partido correspondiente al año 2018, relacionado con mal uso del financiamiento público, al simular que usó un recurso asignado para capacitación política sin documentar que efectivamente haya dado cuatro cursos ni pudo mostrar las constancias a las personas que supuestamente tomaron la asignatura en la Universidad en Ciencias de la Calidad A.C., por lo que se le sancionó con 200 por ciento del monto involucrado, equivalente a 37 millones
de pesos.
Carla Humphrey, presidenta de la Comisión Fiscalización del INE, dijo que el caso de Zacatecas es una “práctica desafortunada e inconstitucional” relacionada con descuentos vía nómina a personas trabajadoras, es un caso muy parecido al adjudicado injustamente a Delfina Gómez, cuya inocencia todavía se pone en duda en algunos medios y, sobre todo, en las declaraciones políticas de la oposición dentro y fuera del Estado de México. Quienes culpan a la actual gobernadora son señalados culpables de un delito grave.
Otro caso fue el del PAN en Baja California, por presuntas aportaciones de una persona moral cuyos recursos provenían aparentemente de los ayuntamientos, así como de diversas dependencias del gobierno local, igualmente obtenidos de retenciones de nómina de empleados del ayuntamiento durante el periodo 2015- 2019. Se sancionó al PAN con 1.9 millones de pesos por admitir aportaciones del Instituto para el Desarrollo Inmobiliario y de la Vivienda de esa entidad.
Las sanciones a los partidos de oposición muestran su costumbre que les dio fama y dinero a través de la corrupción. Es decir, mala fama y dinero mal habido.
Tan grave como la práctica de la corrupción es la misoginia en política que sigue considerando a la mujer como un ser inferior a pesar de las experiencias.
El castigo al delito que tiene que ver con la violencia política de género pareciera ser muy laxo en nuestro país. Los que señalaron desvío de fondos, cobros indebidos, propiedades que no pertenecían a la inculpada, gozan de libertad.
Sería necesario que se siguiera por oficio esta violencia y se le diera prioridad para que no sea la aludida quien tenga que perder tiempo en esa demanda reuniendo datos y evidencias.
Si la aludida que debe denunciar gana las elecciones, tiene mucho trabajo por delante para denunciar debidamente las agresiones que sufrió en la campaña por el simple hecho de ser mujer, y a veces se van diluyendo los proceso hasta que los delincuentes alcanzan la impunidad.
En los casos de las dos gobernadoras, las injurias fueron dadas a conocer en los medios, los cuales aceptaban sin discusión, la culpabilidad de ambas. Por lo que testimonios de estas faltas de la oposición en las guerras sucias y la complicidad de los medios para evitar el triunfo electoral.
Hasta el momento no hay detenidos ni sancionados por impulsar la guerra sucia contra Delfina Gómez y Rocío Nahle, a pesar de que en la opinión pública están claramente identificados.
La falta de costumbre de castigar por violencia política de género hace más flexible las leyes cuando se trata de castigar a los misóginos y solo hacen que la impunidad vuelva a imperar en el país.
PEGA Y CORRE. – Ante la permanente distorsión de los medios convencionales sobre la realidad política del país, los diputados de Morena, PT y Verde iniciarán “La mañanera legislativa del pueblo”. Por otra parte, la Casa Blanca abrió la convocatoria para que solo youtubers mexicanos puedan asistir a las conferencias de prensa de la vocería del presidente de Estados Unidos; los medios convencionales de ese país ni de México están invitados, de hecho, están vetados…
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