En la última y segunda entrega, realizada el pasado martes, las autoridades mexicanas enviaron a Estados Unidos 26 acusados de narcotráfico y delitos violentos
Este texto lo encabeza un marcador: el correspondiente al número de criminales, narcos de alto perfil o delincuentes de alta gama que nuestro país ha entregado al vecino del norte para aplacar la furia del inquilino de la Casa Blanca con la sana intención de que al complacer al magnate en lo referente a seguridad pública amplié la prórroga en lo relacionado con el cobro de aranceles.
En la última y segunda entrega, realizada el pasado martes, las autoridades mexicanas enviaron a Estados Unidos 26 acusados de narcotráfico y delitos violentos. En el grupo figuran secuestradores, homicidas y lavadores de dinero; así como traficantes de cocaína, metanfetaminas, fentanilo y heroína, sustancias a las que los gringos son afectos y que, tal parece, llegan ‘mágicamente’ a las calles de las ciudades norteamericanas.
El ‘Nightmare Team’ enviado por nuestro gobierno, con la promesa de que ninguno de los 26 sea condenado a muerte, está conformado por líderes y operadores del Cartel de Sinaloa, del Cartel Jalisco Nueva Generación y del Cartel del Noreste —antes Los Zetas. En la alineación delincuencial destacan figuras relevantes como Juan Carlos Félix Gastélum, ‘El Chavo Félix’, yerno de Ismael Zambada ‘El Mayo’; Daniel Pérez Rojas ‘El Cachetes’, fundador de Los Zetas; Abigael González Valencia, cuñado de Nemesio Oseguera Cervantes, el inatrapable ‘Mencho’; Servando González ‘La Tuta’, padre de la La Familia Michoacana y, con un cambio de letra, madre de muchos que brotan por doquier.
A esta segunda camada de personajes distinguidos hay que agregar la primera partida de 29 finísimas personas, encabezadas por Rafael Caro Quintero, lo que hace un total de 55 reos. Esto sin contar al Mayo Zambada y a Joaquín Guzmán López que llegaron por cuenta del segundo por la vía aérea. A estos dos considerémoslos como si hubiesen sido anotados en fuera de lugar para no incidir en el abultado marcador.
El adjetivo de abultado es apropiado para el marcador mexicano sobre todo si lo comparamos con el cero gringo. Al respecto hay que considerar que las autoridades norteamericanas son víctimas del Síndrome Calderoniano, también conocido como el Síntoma Adanagustiano, que consiste en ignorar o fingir demencia de los delitos que se cometen cerca de ti. Razón por la cual en cuestión de narcos atrapados su efectividad es nula como lo indica el score.
Uno de los grandes misterios norteamericanos sólo comparable con el mito de ‘Pie Grande’ es la ausencia de capos dentro del territorio estadounidense. A través de poco más de tres mil kilómetros de frontera no hay un solo puesto de vigilancia que se ponga las pilas para confiscar la mercancía prohibida que los tramposos mexicanos pasan. El Gato Silvestre jamás atrapa a Speedy González,
La DEA es la encargada de buscar a los narcos gringos pero el país es tan grande, tiene demasiadas ciudades, muchas calles; abundan los free ways, los grandes estadios y profusos centros comerciales, donde los narcos se esconden y los chicos de la DEA se distraen. Además, ¿para qué capturar a quienes ayudan a sostener la economía? Derecho y sin hipocresías: El dinero del narco Wall Street lo deja rechinando de limpio.
Para compensar los 55 malhechores que les mandamos podrían ellos enviarnos uno. Se trata de Alonso Ancira, quien en 2021, prometió pagar 216 millones de pesos por la venta fraudulenta a Pemex de la empresa chatarra Agronitrogenados. Sólo pagó 104 millones y se refugió en EU. El fiscal Alejandro Gertz Manero, en un repentino y extraño arranque de furor por trabajar, amenazó con reactivar el caso para que el acusado pague los 112 millones faltantes. Es urgente que Ancira esté en México antes que al fiscal lo domine uno de sus clásicos y largos periodos de hueva.
Por cierto, ¿alguien sabe dónde está Emilio Lozoya?
Punto final
Llega Gertz Manero a una farmacia, pregunta: ¿Tiene pastillas para la flojera? Sí. ¿Puede ponerme una en la boca?