El aniversario de la fundación del PRI era, en más de un sentido, ocasión propicia para las definiciones. Hace 24 años, Luis Donaldo Colosio pronunció el discurso que marcaría el rumbo de su campaña. Ayer, José Antonio Meade Kuribreña no rompió con el peñismo, pero endureció el discurso contra la corrupción y llamó al priismo … Continued
El aniversario de la fundación del PRI era, en más de un sentido, ocasión propicia para las definiciones. Hace 24 años, Luis Donaldo Colosio pronunció el discurso que marcaría el rumbo de su campaña.
Ayer, José Antonio Meade Kuribreña no rompió con el peñismo, pero endureció el discurso contra la corrupción y llamó al priismo a defender al proyecto que llegó a Los Pinos en el 2012. Al pueblo de México, lo emplazó a definir sobre el futuro del partido. Si gana, mantendrá el rumbo. Si pierde, será una regresión, un retroceso.
Para los cronistas de la campaña colosista no hay parangón entre aquella concentración multitudinaria en el Monumento a la Revolución, del domingo 6 de marzo de 1994, y esta ruidosa reunión en el estacionamiento de la sede nacional del PRI cuyo aforo y duración estuvo predeterminada por las limitaciones legales.
Y es que las intercampañas también están verificadas por el INE. Oficialmente este evento será reportado como una reunión del abanderado tricolor con líderes seccionales y de ONG.
Abajo, los secretarios del gabinete peñista, la cúpula partidista y los candidatos a las nueve gubernaturas que estarán en disputa el próximo 1 de julio. Y en el templete, casi un centenar de representantes de comunidades indígenas.
Las bases priistas, como siempre, en las gradas. Entusiastas, insustituibles.
El PRI es un partido histórico y fundamental, determinante para la historia de Mexico, arranca. Pero falla el sonido y en la grada reclaman sin chistar e interrumpen al candidato, quien sale airoso de ese trance difícil, aunque es evidente su molestia; también, que todavía no domina el poder del teleprompter.
La levedad de la pieza oratoria convierte las frases-ancla en arengas sin sustancia. El futuro que queremos para México es el de una potencia, promete Meade. “México chingón, México chingón”, responde la grada y en esa misma tónica, cuando refiere el triunfo electoral del PRI en la disputa por la gubernatura del Estado de Mexico, el año pasado, exclaman: “¡Y cómo chingados no!”.
Apenas 5 minutos ocupó para revisar los 89 años del tricolor. Las referencias al legado de Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, Jesús Reyes Heroles, Luis Donaldo Colosio y Enrique Peña Nieto dan pie al juicio histórico. “Hoy se aprecian grandes aciertos pero también errores (…) sabemos dónde nos equivocamos”, sostiene.
Meade parafrasea el famoso discurso de Colosio, aquel de la supuesta ruptura con Salinas. “México tiene hambre y sed de justicia”, dijo el malogrado candidato priista hace 24 años. Los reclamos y la indignación están fundados, reconoce el exsecretario de Hacienda, “pero también hay millones de servidores públicos honestos y comprometidos”. Los corruptos deben ser castigados, sean del partido que sean.
“No hay cortina de humo. El que la hace la paga (…) Marcamos distancia (…) Pintamos nuestra raya”, se deslinda.
Meade hizo suyas las palabras de Colosio, tanto en la parte de reducir la lacerante desigualdad en la que vive Mexico como en la defensa del PRI, la opción —insiste— que ofrece el cambio con responsabilidad.
A los priistas dirige su exhorto para dar juntos “la batalla de nuestras vidas”. Necesario, hacer equipo para ganar, insiste. En el camino, debe arrancar un proceso de reforma partidista que abra una nueva etapa del PRI, con vocación ciudadana.
“Frente al crimen y la violencia, no puede haber concesiones”, dirá más adelante —previa censura a AMLO y Ricardo Anaya— “el destino de corruptos y criminales será la cárcel”.
En la antesala de la batalla definitiva, el candidato ciudadano emplazó al priismo a una reforma —¿la última?— y ahora sólo falta ver la respuesta de los involucrados. A juzgar por la reacción de las primeras tres filas en la explanada del partido, la propuesta será abrazada con entusiasmo. Más atrás, el consenso entre líderes estatales y mandos medios del peñismo era ominoso.
“Mientras siga en su pose del mejor secretario del gabinete, poco tenemos que hacer”. A tres semanas del inicio de la campaña presidencial están delineadas las ofertas meadeadistas. Pero será hasta los debates cuando podrá verse al verdadero Pepe Meade, porque el del #YoMero sigue sin convencer.
EFECTOS SECUNDARIOS
DIFERENCIAL. El gobierno federal atendió las peticiones de los productores de leche y autorizó un incremento de 70 centavos al litro del lácteo que compra para entregarlo a las clases más desprotegidas. El producto se paga a 6.90 pesos, desde el pasado jueves 1, en una negociación que llevaron el subsecretario de Planeación Evaluación y Desarrollo Regional de la Sedesol, Francisco Javier García Bejos, y el coordinador general de Ganadería de la Sagarpa, Francisco José Gurría Treviño. ¿Y el titular de Liconsa? Héctor Pablo Ramírez Puga lleva dos semanas fuera del cargo, por sus afanes político-electorales. El secretario Eviel Pérez Magaña acudirá este mediodía a la sede nacional de esa empresa para dar posesión al nuevo titular de la dependencia y de inmediato deberá afrontar a los lecheros, pues han emplazado a un nuevo aumento. Vicente Gómez Cobo, líder de Femeleche, sostiene que el incremento es insuficiente; sin embargo, reconoció el esfuerzo por parte de las autoridades de la Sedesol y la Sagarpa para atender las demandas del sector, por lo que confió en que el próximo lunes se logre un nuevo incremento que se acerque al precio requerido de 8 pesos, a fin de que los productores puedan obtener un pequeño margen de utilidad. “Ellos están conscientes de que ese incremento no arregla el problema, pero que representa un gran paso, en tanto seguirán consultando con la Secretaría de Hacienda y Sagarpa cómo le hacen para conseguir los recursos para satisfacer la demanda de los productores”.
INEVITABLE. Al margen de las alianzas electorales, transcurre el pleito entre Elba Esther Gordillo y Juan Díaz de la Torre. Bajo proceso en el juzgado 14 de Distrito, la expresidenta del SNTE insistió desde el principio en un careo con aquellos que la acusaron de malversar el erario sindical, pero el Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita rechazó ese pedimento, que hubiera puesto al dirigente sindical en el banquillo de los acusados, según consta en el expediente UEIORPIFAM/AP/219/2013, al igual que “todo testigo y perito que hubiera intervenido en la referida indagatoria”. El 17 de noviembre, en el Juzgado Cuarto de Distrito de Amparo en materia penal, Gordillo Morales obtuvo un amparo —juicio 383/2017 —que fue recurrido por el Ministerio Público federal, pero justo el pasado viernes 2 se conoció que los magistrados del Primer Tribunal Penal ratificaron el fallo favorable a Gordillo Morales.