Esconden su intolerancia en una falsa tolerancia. Florestán Cuando José Antonio Meade regresó al despacho del secretario de Hacienda, ayer por la tarde, tuvo que recordar que en esa histórica ala norte de Palacio Nacional, en los primeros minutos del 1 de diciembre de 2012, le había entregado esa oficina al mismo Luis Videgaray, que … Continued
Esconden su intolerancia en una falsa tolerancia.
Florestán
Cuando José Antonio Meade regresó al despacho del secretario de Hacienda, ayer por la tarde, tuvo que recordar que en esa histórica ala norte de Palacio Nacional, en los primeros minutos del 1 de diciembre de 2012, le había entregado esa oficina al mismo Luis Videgaray, que ahora, 45 meses y seis días después, se las devolvía.
Esto llevó a echar el calendario para atrás y recordar que 25 de sus 47 años de vida, nació el 27 de febrero de 1969, los ha dedicado al sector público financiero, desde que en 1993 ingresó a la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, tras haber sido analista de planeación en el proceso de privatización del Banco Nacional de México.
Y de allí pasó, en 1997, a la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, Consar; en 1999 fue secretario adjunto del IPAB y en 2000, hace 16 años, llegó por primera vez directamente a la Secretaría de Hacienda como director general de Banca y Ahorro, en 2002 a la Dirección General del Banco Nacional de Crédito Rural y a Financiera Rural, cambio que él operó. En 2006 regresó a Hacienda como jefe de la Oficina de Coordinación del secretario Francisco Gil Díaz, cargo que mantuvo con Agustín Carstens, al inicio del gobierno de Felipe Calderón. En 2008 fue designado subsecretario de Ingresos y en 2010 subsecretario de Hacienda y Crédito Público, el número dos de la dependencia.
En enero de 2011 fue secretario de Energía y en septiembre del mismo año secretario de Hacienda, hasta el 30 de noviembre de 2012.
El 1 de diciembre de ese año, ya con el regreso del PRI a Los Pinos con la Presidencia de Enrique Peña Nieto, fue secretario de Relaciones Exteriores. En agosto de 2015, secretario de Desarrollo Social hasta este martes, cuando el mismo presidente Peña Nieto lo nombró titular de Hacienda.
Meade tiene marcas inalcanzables: ser cinco veces seguidas secretario del gabinete presidencial y en gobiernos de dos partidos, PAN y PRI.
Y una más: ni un milímetro de cola que le pisen.
Retales
1. Ajeno. Manlio Fabio Beltrones nunca estuvo en el proyecto de la Sedesol como parte de los cambios en el gabinete presidencial ni fue a Los Pinos el martes. La última vez que habló con el Presidente fue por su cumpleaños, el 30 de agosto. El miércoles por la noche, Manlio coreaba las canciones de Mijares en el concierto de Bellas Artes;
2. Faltan. A menos de una semana de que se instale el llamado Constituyente de la Ciudad de México, faltan 16 integrantes: seis del presidente Enrique Peña Nieto, seis de Miguel Mancera, uno de los diputados y tres de los senadores. A ver si en estos días; y
3. Espejismo. El adelanto en la liberación de los precios de las gasolinas, para el próximo enero, no significa que los vayan a bajar. Igual suben. No hay que crear esa falsa expectativa.
Nos vemos el martes, pero en privado
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