El comisionado para la protección de riesgos sanitarios, José Alonso Novelo Baeza, asumió sus funciones como árbitro de las industrias farmacéutica, alimentaria y publicitaria
Sin pelos en la lengua, el comisionado para la protección de riesgos sanitarios, José Alonso Novelo Baeza, asumió plenamente sus funciones como árbitro de las industrias farmacéutica, alimentaria y publicitaria. En ciernes, la regulación para el uso medicinal de la cannabis y el etiquetado para bebidas edulcoradas, además de la compra consolidada de los productos médicos que son entregados a los pacientes de las instituciones públicas de salud.
Novelo Baeza, cirujano meridense de amplia experiencia, a menudo comete el mismo pecado que su jefe, el secretario Jorge Alcocer: habla con la crudeza de un médico practicante. Y el apoyo de las cifras. La Unión Europea —refiere una y otra vez— apenas ha otorgado una veintena de patentes a nuevos medicamentos, en la última década. En ese mismo lapso, en México más de 400 productos fueron autorizados por la Cofepris; la mayoría, genéricos intercambiables.
En pugna con la industria farmacéutica mexicana, el comisionado Novelo se ha comprometido a cumplir con la instrucción presidencial de resolver el desabasto —inducido o no— de medicamentos. Detrás está la convicción oficial de que los grandes fabricantes y distribuidores han saboteado las compras consolidadas.
“Vamos a comprar los medicamentos en cualquier parte del mundo”, prometió el Ejecutivo federal, luego de que la escasez del metotrexato pusiera en predicamento al sistema de salud pública. Eso y un reporte —entregado en Palacio Nacional por Novelo— sobre las maniobras que la senadora hidrocálida Martha Cecilia Márquez Alvarado intentaría para exhibir la desatención a los pacientes del hospital infantil Federico Gómez.
¿Y las farmacéuticas? Huachicoleras, juzgó AMLO a partir del acaparamiento de Laboratorios Pisa.
“El que quiera hacer negocio está permitido, pero con utilidades razonables”, advirtió el primer mandatario.
El cumplimiento de las instrucciones presidenciales ha hecho que la Cofepris rebase sus competencias e invada funciones que corresponderían a la cancillería y a la Secretaría de Economía. Apenas ayer Novelo Baeza recibió en su despacho a los representantes de una farmacéutica helvética. Y en la víspera, a representantes del sistema sanitario danés, acompañados por miembros de la legación de esa nación nórdica.
Antes, una treintena de laboratorios afincados en la India recibieron permisos —en apenas unas semanas— que a los fabricantes locales tomaría un año de trámites. Esos nuevos jugadores en el mercado mexicano han recibido capacitación del regulador, con pleno respaldo de la Embajada de la India en México, para introducir sus productos a México.
Por el despacho del titular de la Cofepris también pasaron recientemente —de acuerdo con empleados del sector salud consultados sobre el tema— representantes de Sthendal, firma estadounidense con la patente para elaborar antirretrovirales que evitan el debilitamiento del sistema inmunitario.
A través de Maypo —su distribuidor exclusivo en México—, ese fabricante ayudó a abatir el desabasto de esos medicamentos, cuyo uso es importante para incrementar el tiempo y calidad de vida de los pacientes afectados por el VIH.
Un trato preferencial que contrasta con la frialdad que Novelo dispensa a los industriales mexicanos, a los que simplemente ni ve ni oye.
Al respecto, los dueños de laboratorios de México sostienen que no le temen a la competencia, que sus medicamentos son de calidad y precio competitivos. Sólo piden trato y piso parejo.
EFECTOS SECUNDARIOS
LUCES… ¿Y MOCHES? “Cuando ofreces seguridad, tecnología y profesionalismo en tu trabajo, el público lo reconoce”, presumía hace tres semanas Juan Manuel Cueto, director artístico de la firma Pirotecnia Internacional, en sus redes sociales. Instalado en uno de los pasillos del Patio Mariano, en Palacio Nacional, este empresario especializado en ofrecer espectáculos piromusicales “de la mejor calidad, sin importar los desafíos e incluso las distintas administraciones públicas”, grabó un videomensaje, en la víspera de la ceremonia conmemorativa al 209 aniversario del inicio de la Independencia de México. Su júbilo estaba más que justificado: por los 10 minutos de “grandes fuegos de artificio en formato multimedia” que iluminaron el zócalo con su royal flame system, después del primer grito de Andrés Manuel López Obrador, cobrarían 4.5 millones de pesos. Los servicios para el espectáculo fueron contratados —vía adjudicación directa— al mismo proveedor de los eventos artísticos y culturales que han sido convocados por la 4T en los últimos 12 meses, quien subcontrató a la firma de los hermanos Cueto, antigua abastecedora de gobiernos estatales y municipales, que fue seleccionada tras de una recomendación “del más alto nivel” gracias a los servicios prestados en Chihuahua y el Estado de México. En espera de su pago, antes tendrán que solventar reclamos por intermediarios, quienes amagan con hacer pública una denuncia por “las mismas prácticas de abuso y corrupción” que imperaron en la organización de este evento. Y es que Cueto habría solicitado ayuda para contactar a los “picudos” —en Palacio Nacional y en distintos gobiernos estatales— para vender fuegos artificiales para los eventos del 15 de septiembre.
COMPLEMENTO. OPDEnergy, compañía especializada en el desarrollo, financiamiento, construcción y operación de activos renovables, firmó un acuerdo de financiamiento por 86 millones de dólares con Sumitomo Mitsui Banking Corporation para la construcción de dos plantas solares fotovoltaicas en México. El financiamiento cubrirá dos proyectos que se encuentran en una etapa avanzada de construcción: la planta solar Andalucía II, con 106.5 MWp, ubicada en Coahuila, y el parque Aguascalientes Sur I, con 37.7 MWp. La energía generada por ambas plantas se destinará principalmente al abastecimiento de hogares. La finalización de las obras de construcción de estas plantas está prevista para el último trimestre de este año. OPDEnergy se encarga del desarrollo, diseño, suministro y construcción, así como de la operación y el mantenimiento de ambas plantas.