Agotado el ciclo comicial del 2021, queda abierta la ruta para revocación de mandato con todas las incógnitas por resolver
La capacidad de movilización de las estructuras morenistas ha quedado en entredicho, luego de las dos últimas citas a las urnas. Su participación en las elecciones intermedias del sexenio lopezobradorista y ayer en la primera Consulta Popular organizada por el INE quedó abajo de las expectativas. Y por mucho.
Agotado el ciclo comicial del 2021, queda abierta la ruta para revocación de mandato con todas las incógnitas por resolver. Y es que ninguna de las seis gubernaturas que estarán en juego el año próximo es gobernada por Morena: Aguascalientes, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas tienen gobernadores panistas; mientras que Hidalgo y Oaxaca siguen bajo predominio del tricolor.
El efecto AMLO, ¿nuevamente determinante del próximo proceso electoral? Así se perfila principalmente en las dos últimas entidades enlistadas, a partir del triunfo contundente obtenido por el partido izquierdista en las elecciones federales del 2018 y que se repitió hace dos meses, aunque en tierras hidalguenses, el PRI vivió un fugaz repunte el año pasado.
Morena deberá definir si abre sus puertas, para expandir sus éxitos electorales, o si —en previsión de lo que ocurrirá en el 2024— emprende la ruta con los puros. Mario Delgado explora los perfiles para Hidalgo y si bien existen líderes locales con trabajo intenso y apoyos extendidos —como el líder de la mayoría morenista en el Congreso local, Ricardo Baptista— habría prospectos de otras formaciones que interesan al presidente del partido oficialista, además de Abraham Mendoza y Julio Menchaca.
La postulación de la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano, generaría un cisma al interior del priismo en esa zona del Altiplano. Las encuestas ubican a Israel Félix Soto como el mejor posicionado, aunque sólo si el tricolor acudiera a una coalición electoral con el PAN y con el PRD tendría una oportunidad para participar.
En Oaxaca, la baraja morenista también es amplia, aunque la favorita es la senadora Susana Harp. El director del INPI, Adelfo Regino, y el senador Salomón Jara también figuran en el top 3 de las preferencias electorales, mientras que el diputado petista Benjamín Robles Montoya y el alcalde electo de la capital oaxaqueña, Francisco Martínez Neri, están a la expectativa de las decisiones superiores.
La alianza PAN-PRD-PRI cuenta con pocos voluntarios. Entre ellos, la exdiputada Eufrosina Cruz y el actual director del Instituto Oaxaqueño de la Educación, Francisco Villarreal, quienes concitan respaldos importantes entre los muratistas.
En aquella entidad del Pacífico y en Aguascalientes se verá si Movimiento Ciudadano puede erigirse como una tercera vía y puede repetir el fenómeno electoral del 2021, ocurrido en Nuevo León. Gabino Cue podría considerarse como el primer gobernador naranja y la capital tuvo ediles convergentes la década pasada. El Partido Verde, en Quintana Roo y Oaxaca, también correría con sus propios candidatos.
En Aguascalientes podría construirse esa tercera vía si el senador Juan Antonio Martín del Campo decidiera emprender una ruta distinta al panismo, cuya dirigencia respaldará los afanes de la alcaldesa hidrocálida y futura diputada federal, Tere Jiménez. Con esos protagonistas, Morena, el PRI y el PRD quedan en segundo plano en aquella entidad del Bajío, donde acaba el corredor azul.
Efectos secundarios
¿PROVOCACIONES? En vilo, el ejercicio de legitimación del contrato colectivo de trabajo en la planta de GM en Silao, que tendrá lugar dentro de dos semanas, por la presunta injerencia de Luis Armando Nuñez Pizano, inspector federal del Trabajo, quien —de acuerdo a obreros afiliados al sindicato cetemista Miguel Trujillo López— ha ejercido presiones y chantajes para que voten a favor del sindicato de Napoleón Gómez Urrutia.