Ningún prurito tuvo el gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, para abrirse un lugar en la jornada de clausura de la XII Cumbre Mundial de la Comunicación Política. En la víspera, su publicista, Memo Rentería, literalmente había montado un show para exponer las bondades de la campaña políticamente incorrecta de el Bronco. … Continued
Ningún prurito tuvo el gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, para abrirse un lugar en la jornada de clausura de la XII Cumbre Mundial de la Comunicación Política. En la víspera, su publicista, Memo Rentería, literalmente había montado un show para exponer las bondades de la campaña políticamente incorrecta de el Bronco.
“¡Despierta México!” es la exposición del ahora aspirante a una candidatura independiente a la Presidencia de la República, quien cumple una estancia de 72 horas en la Ciudad de México. A las puertas del salón de conferencias, un stand para recabar firmas de apoyo a su nominación. En el lobby del hotel Hilton Alameda, sin gafete ni estratagemas, el dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, esperaba al estratega español Antonio Sola, otro de los protagonistas de este evento, sobre todo por sus loas a Andrés Manuel López Obrador.
Hace 12 años, el político tabasqueño se enfilaba a Los Pinos a partir de su enfrentamiento con Vicente Fox. El PAN había seleccionado a Felipe Calderón como su candidato presidencial y el PRI se había rezagado, con Roberto Madrazo.
Las primeras semanas de la campaña fueron caóticas en el entorno calderonista, quien había confiado las decisiones estratégicas a un equipo de asesores que encabezaban Josefina Vázquez Mota y Francisco Ortiz. “Manos limpias, pasión por México” era su lema, tan benigno como insulso.
Los focos rojos se prendieron en Los Pinos y la sede panista cuando la brecha entre AMLO y Calderón fue de dos dígitos. Y entonces vino un viraje a la estrategia —de ataque frontal al entonces perredista— que ejecutó un “muy afortunado” ensamble de políticos y comunicadores encabezado por Juan Camilo Mouriño en el que participaron Max Cortázar, Rafael Giménez, Dick Morris y el estratega español. ¿Su mejor producto? La caracterización del exjefe de Gobierno como “un peligro para México”.
Antonio Sola se sumó al equipo creativo, coordinó los spots de la campaña, pero sobre todo fue coach de Calderón —describen excolaboradores del político michoacano— para que se asumiera como “el hijo desobediente” y tuviera un ánimo triunfalista.
La campaña sucia contra AMLO en el 2006 —ahora se sabe— se ideó en Los Pinos y fue sufragada por empresarios temerosos de que la izquierda llegara al poder. “Se gastaron 400 millones de pesos”, reveló Oswaldo Villegas, uno de los directivos de la firma jalisciense Heurística Comunicación.
Una década dejó Sola que le atribuyeran la paternidad de esa negativa, no obstante que su vinculación con los calderonistas terminó en el 2010, cuando Alejandra Sota capturó la comunicación gubernamental.
Otra historia es su acercamiento con la izquierda. Y es que durante tres lustros, el periodista regiomontano, Benjamín Borges, estuvo a cargo de la comunicación política del petismo. Pero fue apenas el año pasado que surgieron las primeras versiones de que el mandamás del despacho Ostos Sola definiría el control de la estrategia del partido izquierdista.
Después de la crisis del 2015, cuando el PT no obtuvo los votos suficientes para refrendar su registro como partido político nacional pero la repetición de los comicios anulados en un distrito en Aguascalientes le permitió conseguirlos, el comité político encabezado por Anaya decidió reposicionar a esa formación partidista para afrontar el peor escenario: que AMLO los excluyera de su coalición en el 2018.
Sola había dejado de asesorar al panismo desde el 2012, cuando participó en el war room de Josefina Vázquez Mota pero fue hasta el año pasado que comenzó a elogiar públicamente al político tabasqueño que combatió en las anteriores dos elecciones presidenciales. “Me encantaría asesorarlo”, sugirió.
Y antier, en la jornada inaugural de la Cumbre Mundial, declaró públicamente su convicción de que AMLO ganará dentro de cinco meses la Presidencia de la República. “Ya no es un peligro para México”, contestó a pregunta expresa.
El gesto fue interpretado, en el entorno morenista, como una señal de adhesión absolutamente gratuito. “Quiso trabajar en la campaña, con AMLO”, reveló la lideresa del partido, Yeidckol Polevnsky. La comunicación del abanderado presidencial y puntero en las encuestas está a cargo de un equipo en el que participan el periodista Jesús Ramírez Cuevas, el publicista Hugo Scherer y el cineasta Epigmenio Ibarra. Lo que no saben es que Sola fue una de las voces más insistentes de que Anaya llevara al PT a la coalición que respaldaría a López Obrador en el 2018. La otra opción es que fueran con Meade y el PRI.
De Pachuca a la CDMX, luego a Guadalajara y de regreso a la capital de la República. Una pléyade de consultores políticos entre los que destacan Sola, Aleix Sanmartin, César Martínez, Mauricio De Vengoechea, Felipe Noguera, Carlos Souto y Mario Rionda está en México en vísperas del arranque de las campañas.
¿Se buscan candidatos? Es válido. Y si no que le pregunten a Marco Sifuentes, publicista jalisciense que trabajó para Javier Corral, quien como Jordi Segarra tuvo un fugaz paso por la campaña de Alfredo del Mazo —de la mano de Alejandra Sota— y ahora acerbamente critica al equipo de José Antonio Meade. “La estrategia y los estrategas simplemente no se pueden poner de acuerdo”, resumió.