“La prueba de una buena religión es si se pueden hacer bromas sobre ella”, escribió el gran católico practicante G.K. Chesterton. Lo que esconde su fantástico aforismo puede plantearse en términos históricos diciendo que la buena religión es aquella que se ejerce sin fanatismo. Es decir, aquella que ha sido domada en su fuego integrista … Continued
“La prueba de una buena religión es si se pueden hacer bromas sobre ella”, escribió el gran católico practicante G.K. Chesterton.
Lo que esconde su fantástico aforismo puede plantearse en términos históricos diciendo que la buena religión es aquella que se ejerce sin fanatismo.
Es decir, aquella que ha sido domada en su fuego integrista y no rige, ni quiere regir, sobre todos los órdenes de la vida, empezando por el humor.
Domar el integrismo religioso y sus cismas innegociables le costó a Occidente siglos de carnicerías y guerras santas.
Lo que vemos hoy en el convulso mundo islámico guarda muchas analogías con las guerras de religión de Occidente y quizá no pueda tener una solución cabal, civilizatoria, sino en el curso largo de la historia, mediante la paulatina erosión del integrismo, la separación de la religión y el Estado, de la fe privada y la vida pública, de las creencias religiosas y las leyes seculares.
El World Economic Forum ha emitido un reporte digno de ser observado como un cuadro de secretos o de profecías cifradas. Es el informe de cuánto le importa la religión a los países.
El cuadro puede empezar a verse por sus extremos. Los cinco países a los que la religión le importa más son Etiopía (98%), Senegal (97%), Indonesia (95%), Uganda (95%), Pakistán (93%). Creo que son todos países de linaje islámico.
Los cinco países a los que la religión les importa menos son China (¡3%!), Japón (11%), Francia (14%), Australia (18%) y Corea del Sur (19%).
Entre los países de habla española, el ranking de menos a más va por España (21%), Chile (27%), Argentina (35%), México (37%) y Venezuela (42%).
Los países latinoamericanos con más apego a la religión son Perú (66%) y un sorprendente Brasil (74%).
La gran excepción de alta religiosidad entre los países desarrollados, todos creyentes mediocres, es Estados Unidos, donde la religión ocupa un lugar central para 54% de sus habitantes.
Cifras que pensar:
En 1970 había en el mundo mil 230 millones de cristianos y 570 mil musulmanes.
En 2015, los cristianos eran 2 mil 17 millones y los musulmanes mil 600 millones. Para el año 2050, según la previsión del World Economic Forum habrá en el mundo 2 mil 920 millones de cristianos y 2 mil 760 millones de musulmanes.
Me temo que no son cifras que presagian lo mejor para el futuro en términos de violencia religiosa.
El informe aquí https://t.co/V13oha4k1w