Un reportaje de Alejandro Cruz en La Jornada del 28 de octubre de 2006 retrató dos panteones en Iztapalapa que debieran rechinar de limpio: el vecinal y el civil de San Lorenzo Tezonco. Administrado por los pobladores mediante ínfimas cuotas (40 pesos anuales entonces) y trabajo voluntario, el primero presentaba condiciones tan óptimas que hasta … Continued
Un reportaje de Alejandro Cruz en La Jornada del 28 de octubre de 2006 retrató dos panteones en Iztapalapa que debieran rechinar de limpio: el vecinal y el civil de San Lorenzo Tezonco.
Administrado por los pobladores mediante ínfimas cuotas (40 pesos anuales entonces) y trabajo voluntario, el primero presentaba condiciones tan óptimas que hasta se propicia la convivencia, porque esta es nuestra casa y lo va a ser para siempre…
Hoy sigue siendo ejemplar.
En el delegacional, consignaba Cruz, no se ven las tumbas, debido a que el pasto está muy crecido, hay basura por todas partes. Incluso se ha convertido en refugio de delincuentes y se cometen robos, violaciones y se lucra con el dolor de la gente…
¿Ajá? Pues en 2015 peor está el de San Nicolás Tolentino, civil también, en la misma demarcación: grafiteado y vandalizado en su acceso, barda perimetral, tumbas y criptas, sirve de patio a pipas oficiales y sobre las fosas, desde afuera, se desparrama un basurero descomunal.
Panteones civiles en que tanto al gobierno como a la mayoría de indolentes deudos los muertos les valen menos que un pinche cacahuate…