Luis Serna llamó para convocarlos —el tono era imperativo— al despacho de Miguel Ángel Mancera. Pero ni Alejandra Barrales ni Armando Ahued ni Salomón Chertorivski sabían que se trataba de una audiencia conjunta, hace 10 días. “Entre ustedes está el próximo candidato del Frente por México”, sentenció el Jefe de Gobierno. En el camino habían … Continued
Luis Serna llamó para convocarlos —el tono era imperativo— al despacho de Miguel Ángel Mancera. Pero ni Alejandra Barrales ni Armando Ahued ni Salomón Chertorivski sabían que se trataba de una audiencia conjunta, hace 10 días. “Entre ustedes está el próximo candidato del Frente por México”, sentenció el Jefe de Gobierno.
En el camino habían quedado otros aspirantes, por descarte: el consejero jurídico del GDF, Manuel Granados, acababa de renunciar pero no participaría en el proceso sucesorio (Mancera le había pedido tomar las riendas del CEN partidista, en sustitución de Barrales) y el delegado en Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo, optó por no interponerse en una ruta ajena a la popularidad o al arraigo partidista. ¿Y Héctor Serrano?
Barrales, en cambio, no tenía punto de retorno. Fuera de la dirigencia del sol azteca, por mandato judicial, la senadora tendría que competir por la candidatura con dos “externos”. Y es que por “peso electoral”, en el fuero perredista quedó la definición del abanderado del Frente por México a la Jefatura de Gobierno. Una elección abierta entre los perredistas estaba prácticamente descartada como método de selección.
¿Sondeos? ¿Grupos focales? La hegemonía de las corrientes partidistas y el riesgo de “mano negra” —léase la injerencia de grupúsculos del PRI o de Morena— inhibían los ánimos de Ahued y Chertorivski. Pero cuando hablaron de sus aspiraciones con su jefe, ambos recibieron una respuesta positiva. Incluso, inspiradora.
“Ni cartas marcadas, ni influyentismos”, prometió el jefe de Gobierno, en funciones de jefe máximo del perredismo, quien definió que el aspirante con mayor rentabilidad electoral deberá ser postulado, sin importar afectos o vínculos del pasado. Tampoco, el respaldo de tribus o grupos económicos. Y menos, las credenciales académicas, las obras compiladas o los discursos incendiarios.
¿Misión imposible? Los manceristas quieren retener la capital de la República y derrotar a Morena en su bastión.
Hace una semana, los dirigentes del PAN, del PRD y Movimiento Ciudadano acudieron ante la autoridad electoral para presentar el Frente por la Ciudad de México y registrar la Plataforma Electoral común, la Agenda Legislativa y el Programa de Gobierno para la Jefatura de Gobierno, así como los Programas de Gobierno y la Agenda Administrativa para las Alcaldías.
Y antier, el diputado Raúl Flores, dirigente del PRD-CDMX, informó a los tres aspirantes sobre el método de auscultación, previo a la designación formal del candidato del Frente: bajo la “concentración” de Consulta-Mitofsky, con la intervención de Ipsos y Covarrubias y Asociados, serán recopiladas 7,500 entrevistas domiciliarias entre el 12 y el 14 de enero próximos.
El cuestionario será el mismo, en los tres ejercicios y en la primera decena del 2018, las casas encuestadoras coordinarán a sus equipos, incluido el personal de campo, y definirán el espacio muestra, según Flores, quien delineó los aspectos que serán evaluados: el conocimiento sobre la imagen de los aspirantes, la opinión de los entrevistados sobre su trayectoria, su “potencial de crecimiento” y su nivel competitivo en relación con los candidatos de Morena y el PRI.
Un indicador compuesto en el que la preferencia ciudadana y el mayor porcentaje sobre la eventual candidatura del Frente obtendrán los puntajes más altos. Las encuestas previas ya han definido los atributos que los capitalinos más aprecian de sus gobernantes: capacidad, experiencia, honestidad…
Sin margen de maniobra, Ahued, Barrales y Chertorivski estamparon su firma en un “compromiso” para aceptar el resultado de la evaluación, que les será presentado a más tardar en 30 días (el 18 de enero quedó registrado como la fecha límite).
La ex presidenta nacional del PRD insistía en que la decisión recae únicamente en los 300 integrantes del Consejo Estatal del sol azteca y Flores concedió que las mediciones tendrá un carácter “indicativo” mas no definitorio. La sesión electiva de ese órgano deliberativo deberá realizarse a más tardar del próximo 17 de febrero.
¿Y los debates? El más entusiasta de estos encuentros es Chertorivski, quien al mismo tiempo insiste en la propagación de sus 70 propuestas para la ciudad. En la esfera partidista le previnieron sobre el riesgo de que la autoridad electoral sancione este modelo y le pidieron que en sus spots evite hacer referencia a tales aspectos.
Los materiales audiovisuales que la representación del PRD entregó al IEDF fueron elaborados por los precandidatos. Y su costo será contabilizado como gasto. Respecto de los debates, la dirigencia partidista también ha recomendado mesura y los comprometió a no utilizar la diatriba, el insulto o los ataques personales, pues se trata de que la gente los conozca a ellos y sus propuestas, no de dañar el capital político individual ni el del partido.
“No llevaría a mis compañeros a una aventura en la que no tengan certeza”, resumió Flores.
EFECTOS SECUNDARIOS
REINCIDENTES. Dos excandidatos a la gubernatura de Hidalgo, Francisco Xavier Berganza y José Guadarrama Márquez, aspiran a la nominación del Frente por México al Senado de la República y acompañar a Ricardo Anaya en la ruta al 2018. En aquella entidad del altiplano toca al PRD proponer a los candidatos en Actopan, Huejutla e Ixmiquilpan; al PAN, los de Tepeapulco y Tula, y Movimiento Ciudadano el de Tulancingo. Y para el sol azteca es la primera fórmula de candidatos al Senado, mientras que el PAN llevará a una mujer en la segunda fórmula. Marisol Vargas y Gloria Romero son las aspirantes.