¿Por qué no invertir esos recursos en buscar a los más de 50 mil desaparecidos en este sexenio? ¿Por qué no invertir esos recursos en capacitar al personal para que sea más empático con los que sufren la pérdida de un familiar?
julio 18, 2024
El pasado 11 de julio el presidente López Obrador anunció que había cumplido uno de sus caprichos, encontrar en una isla perteneciente a Panamá, los restos del activista mexicano del siglo XIX, Catarino Erasmo Garza, de quien el mandatario mexicano “escribió un libro” en 2016. En esa misma conferencia AMLO dijo que los restos serán repatriados antes de que termine su sexenio y que se le organizará un homenaje en Tamaulipas, su tierra natal.
Claro está, el mandatario no presentó ninguna prueba de sus afirmaciones, así que creer que lo que contendrá la urna que llegue en los próximos días sean los restos de Garza, será cuestión de fe. Tampoco hubo una argumentación de peso que justificara la búsqueda en Centroamérica del citado “activista” (bueno, sí, el capricho del presidente)
Los partidarios del mandatario dirán que valió la pena movilizar a más de un centenar de personas, entre militares, marinos, peritos, así como un barco de la armada, ya que “Catarino Erasmo Garza fue uno de los precursores de la Revolución Mexicana y es de elemental justicia que descanse en suelo mexicano y reciba los honores por sus proezas.
Quienes no estén de acuerdo con el presidente no justificarán el gasto de más de 9 millones de pesos para ir a buscar a un opositor decimonónico (siglo XIX) de Porfirio Díaz. Esa cantidad fue calculada por diversos medios de comunicación, ya que la información oficial fue reservada por el gobierno hasta 2029.
Luego de ver el despliegue de recursos para recuperar, quizá un par de huesos de un hombre que murió hace más de 100 años, me pregunto: ¿Valió la pena? Está bien, el presidente “escribió” un libro sobre él; está bien, quizá fue uno de los primeros opositores a Porfirio Díaz, pero de ahí a gastar tanto “para encontrar sus restos”, hay mucha diferencia. Estoy seguro que nadie se iba a cortar las venas o armar una revuelta porque el señor Garza siguiera descansando en Panamá, de hecho no estaba en el radar de nadie hasta que el presidente lo puso..
Pero también me pregunto: ¿Por qué no invertir esos recursos en buscar a los más de 50 mil desaparecidos en este sexenio? ¿Por qué no invertir esos recursos en capacitar al personal para que sea más empático con los que sufren la pérdida de un familiar?
Con esos recursos invertidos en México quizá no hubiéramos visto casos como el de la madre buscadora de Zacatecas, que irrumpió en el congreso del estado para denunciar negligencia en el Servicio Médico Forense. Por cierto, a este caso se le quiere dar carpetazo con la destitución de un par de funcionarios. Eso no es justicia.
Pero creo ya saber el motivo por el que se invirtió tanto dinero en buscar a Catarino, porque era un capricho de López Obrador y, en México, nada más sus chicharrones truenan.
EN EL TINTERO
-¿Quién fue Catarino Erasmo Garza? Catarino Erasmo Garza fue periodista. Nació en Matamoros, Tamaulipas, y se mudó a Texas (a la ciudad de Brownsville) en 1877.
Publicó periódicos en español en Estados Unidos, fundó sociedades de ayuda mutua y ha sido mejor conocido por organizar un fallido movimiento para derrocar a Porfirio Díaz, conocido como la Revolución Garza.
Luego del fracaso de su movimiento huyó y se integró a un grupo de radicales colombianos que buscaban derrocar al gobierno de su país. Fue asesinado por un oficial del Ejército de Colombia en una isla que hoy pertenece a Panamá, ya que ambas naciones ( Colombia y Panamá) se separaron a principios del siglo XX.
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