Si Morena pide a la PGR investigar “para estar seguros de que ninguno de nuestros candidatos se encuentra vinculado con el crimen y la mafia del poder”, y asienta que hace la solicitud “no porque tengamos confianza en esta institución”, sino por ser la instancia con “facultades para realizar investigaciones, intervenciones telefónicas, seguimientos, operaciones encubiertas, … Continued
Si Morena pide a la PGR investigar “para estar seguros de que ninguno de nuestros candidatos se encuentra vinculado con el crimen y la mafia del poder”, y asienta que hace la solicitud “no porque tengamos confianza en esta institución”, sino por ser la instancia con “facultades para realizar investigaciones, intervenciones telefónicas, seguimientos, operaciones encubiertas, intervención de cuentas bancarias, atracción de casos locales, seguimiento e intervención de actividades cibernéticas”, es difícil no interpretar apetitos fascistoides contra probables inocentes, y admitir, en cambio, que quiere vacunarse contra probables delincuentes.
Pero ver a Martí Batres ante una rejilla solitaria, en Domingo de Ramos y fuera del horario de atención, meter por una rendija la lista de sus abanderados, y exigiendo que la información le sea entregada “de manera rápida y expedita”, tanto como ¡24 horas! para investigar a cuando menos…¡mil candidatos!, revela que el partido de Andrés Manuel López Obrador no tiene respeto alguno siquiera por sí mismo.
cmarin@milenio.com