Lo que el huachicol nos revela es que las redes de corrupción son como el sargazo: cuesta mucho detenerlas
ALEJANDRO GERTZ MANERO,
FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA:
+Barbarie
Dicci
En 2020, en una de sus acostumbradas medidas sorpresa, el entonces presidente anunció la creación de la Agencia Nacional de Aduanas y ordenó que las aduanas marítimas estuvieran a cargo de la Secretaría de Marina y las otras a cargo de la SEDENA. Bueno, digamos que en parte tenía razón: el gobierno había notado que los reportes de ingreso de desechos aumentaban constantemente y ello lo que indicaba es que el huachicol fiscal marchaba a todo vapor, pese a que el entonces mandatario repitió en varias ocasiones que este delito se había acabado.
La teoría lopezobradorista era que los militares, ya fueran los de blanco o los de verde, no se corrompían. Pues bien, hoy sabemos que además de los 14 detenidos, también hay por lo menos 200 individuos civiles, marinos y empresarios involucrados en el tráfico de huachicol.
Para que no crea que le tengo mala voluntad, don Alejandro, celebro que en este caso no se limiten a unos cuantos corruptos y vayan por todo aquel que esté involucrado. No recuerdo que, de un jalón, se procediera judicialmente en contra de 200 personas, haya sido por presión de EUA -también afectado por el huachicol- o por decisión del actual gobierno.
Y bueno, un asunto tan escandaloso como este va a afectar y a salpicar a muchos. Una de las empresas salpicadas es Ingemar, pues su caso nos muestra qué tan complicado es el mundo de los hidrocarburos y combustibles, porque se antoja una verdadera maraña para deslindar responsabilidades.
El pasado mes de julio, en los carros tanque de Ingemar se encontraron 15 millones de litros de huachicol; sin embargo, según palabras de su socio mayoritario, Ernesto Ruffo Appel, Ingemar no se asume responsable del ilícito porque solo transporta lo que una firma comercializadora le entrega (El Universal, 8/9/2025). Es decir: tiene permiso para transportar hasta 500 millones de litros, pero no es quien compra ni vende el contenido que transporta; la comercializadora es la responsable desde que recibe el producto en la refinería hasta su destino final.
Aún más, Ingemar solo puede transportar los productos de la comercializadora Crismón Hidrocarburos y Derivados porque esa es la autorización o consignación hecha por la Comisión Reguladora de Energía. En síntesis, don Alejandro, esto parece el juego de dónde quedó la bolita y ojalá nos puedan aclarar tales vericuetos.
Otro de los damnificados es la familia del capitán Abraham Jeremías Pérez Ramírez, titular de la Unidad de Protección Portuaria en la aduana de Altamira. Lamentablemente, el capitán decidió quitarse la vida por haber recibido un soborno.
Se suma a la lista el exsecretario de Marina, Rafael Ojeda, por más que el actual gobierno no quiera manchar su prístino uniforme. La asignación de las aduanas a SEMAR ocurrió en 2020 y para fines de 2022, Carlos Loret de Mola ya había publicado los presuntos delitos de los sobrinos de Ojeda. Meses después, el entonces titular de SEMAR habría acudido a la FGR con la preocupación de tener marinos de dudosa conducta, pero hasta la fecha no sabemos si presentó una denuncia de hechos, solicitó una averiguación en toda forma o solo pidió que se buscara a ver qué se encontraba.
Lo anterior nos lleva al siguiente damnificado: usted mismo, don Alejandro.
Mire, aun suponiendo que Ojeda no tuviera una prueba fehaciente de la corrupción por huachicol, el daño al erario por este delito es tan grande que debió motivar la FGR a proceder de inmediato. Vamos, el hilo de la madeja ya se lo había dado Loret, cosa de ponerse a investigar en serio. No es creíble que haya habido detenidos dos años después y solo cuando el nuevo gobierno tiene otra política hacia el ilícito.
Por ahora, el último damnificado es el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Cuántas veces, con tal de echarle tierra a Calderón, afirmó que las grandes transas dentro del gobierno son del conocimiento del mandatario de turno. Y vaya que el huachicol es negocio: tres mil millones de pesos mensuales, según cálculos de PEMEX. Aún más, si Ojeda se reunía todos los días con el presidente a las 6:00 AM para revisar los asuntos de seguridad, ¿nunca se le ocurrió comentar con él sus sospechas sobre el constante tráfico de huachicol? ¿Nunca se le ocurrió al entonces presidente preguntar cómo andaba el este ilícito?
En fin, don Alejandro, que este caso va a ser paradigmático.
Lo que el huachicol nos revela es que las redes de corrupción son como el sargazo: cuesta mucho detenerlas.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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