Peor, la nueva Corte, con Vidulfo Rosales como guía de Hugo Aguilar, la lleva bien con el alcalde Abarca; Ajá: con quien inicio todo
Aún no cobra Vidulfo Rodales su primer salario de 118 mil 138 pesos como asesor del presidente de la Corte, y ya ganó otra batalla judicial el exalcalde señalado, en su momento, por ordenar la detención y entrega de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Rosales renunció el 21 de agosto como abogado de los padres de los normalistas, para ser eminencia gris de Hugo Aguilar. En coincidencia, José Luis Abarca obtuvo antier un amparo contra una condena de 92 años por secuestro. Sin dudas, son amigos de sus amigos.
Ya antes, el mismo día en que Morena se apoderó del Poder Judicial, un tribunal absolvió a Abarca por la desaparición de los 43 normalistas, y por el delito de delincuencia organizada. Resumen: Abarca ya no está preso por nada relacionado con los 43 normalistas.
Sí, Abarca sigue preso, pero por otro asunto: el asesinato cometido contra el ex síndico Justino Carbajal Salgado, sobrino del senador Félix Salgado Macedonio, lo cual es una vieja bronca de la izquierda en Guerrero.
Los 43 normalistas desaparecieron cuando se trasladaban a sabotear un acto en el que la esposa de Abarca, María de los Ángeles Pineda, presentaría su candidatura para sucederlo como alcalde. El nepotismo en el origen de Morena, desde entonces.
Y los gobiernos de Peña y López Obrador concluyeron que fueron secuestrados, asesinados, incinerados y arrojados al río San Juan, por el Cártel Guerreros Unidos, al señalarlos como miembros del Cártel Los Rojos. Ajá: López Obrador aprobó la Verdad Histórica.
Pero, desde 2018, fueron liberados casi todos los acusados en el gobierno de Peña: El Cepillo, El Cabo Gil, Felipe N, El Wereke, El Chereje, El Jona, El Comisario, El Duvalín… todos procesados en las causas penales 121/2014 y 123/2014 por el Caso Iguala.
El Cepillo fue quien confesó que los 43 iban a Chilpancingo la noche que desaparecieron y que el director de la Normal de Ayotzinapa, José Luis Hernández, los desvió a Iguala para sabotear el acto en el que la esposa del alcalde anunciaría su candidatura a sucederlo.
Como jefe de sicarios del cártel Guerreros Unidos, El Cepillo recibió a los normalistas en la Loma de los Coyotes, y los llevó a Cocula, donde participó en la desaparición de los cuerpos, porque el cártel creía que eran miembros de sus rivales Los Rojos.
Es contradictorio que la 4T coincida, con el gobierno de Peña, en que los 43 fueron asesinados y desaparecidos por Guerreros Unidos, pero haya liberado a casi todos los acusados y, sin embargo, no haya encarcelado a otros, que si considere culpables.
Peor, la nueva Corte, con Vidulfo Rosales como guía de Hugo Aguilar, la lleva bien con el alcalde Abarca.
Ajá: con quien inicio todo.
