Espero que dentro del espíritu de consolidación de MORENA quepa la corrección de estas y otras conductas anómalas que hablan del anhelo de un partido hegemónico y autoritario
LIC. LUISA MARÍA ALCALDE,
PRESIDENTA DE MORENA:
+Hegemonía: supremacía,
dominación, imperio
Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Veo que ayer usted y todos los morenistas andaban de festejo, celebrando la sesión del Consejo General. Veo también que están muy entusiasmados con su plan de trabajo, “con una participación activa de los militantes” en los 71 mil 541 comités seccionales; en síntesis, que se pongan a chambear rumbo a las elecciones del 2027. Algo similar harán con su plan municipalista para capacitar a los alcaldes guindas en la difusión amplia de sus acciones.
Qué bien que andan tan chambeadores, que mal que no hagan una autocrítica de los puntos flacos de MORENA. Aquí me permito comentar algunos de ellos, esperando que las bases hagan algo mejor.
La ley no es la misma para todos. Como usted recordará, Rosario Robles pasó tres años en prisión por su participación en “La estafa maestra” cuyo monto fue de dos mil millones de pesos. En contraste, Ignacio Ovalle, quien dirigía SEGALMEX cuando se llevó a cabo un fraude por 15 mil millones de pesos, jamás fue responsabilizado y hasta lo premiaron (¿protegieron?) con un cargo en la SEGOB.
La narrativa es incongruente. Durante varios meses, doña Luisa María, escuchamos hasta el cansancio las críticas a Felipe Calderón teniendo como origen el caso de Genaro García Luna; en síntesis, decía la 4T que el expresidente panista debió saber de los malos pasos de su secretario de Seguridad y, en consecuencia, era de alguna manera su cómplice. Ahora que la Fiscalía General de la República persigue a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco, la 4T apoya incondicionalmente al que fuera su jefe, Adán Augusto López.
Cuando García Luna fue condenado con base en dichos de los testigos, no se escuchó la menor queja de MORENA; sin embargo, ahora que Ovidio y Joaquín Guzmán van a ser juzgados, sí pide pruebas de lo que lleguen a declarar los testigos.
Así que por más que usted diga que “Morena no protege a persona alguna, sean militante o no, que incurra en actos de corrupción o que traicione los principios que dan vida a nuestro movimiento”, pues como que queda la duda. Como diría mi abuela, lo que es parejo no es chipotudo.
Amenazas a la libertad de prensa. La organización Artículo 19 ha concluido que en 2024 hubo 21 casos de censura y/o acoso judicial a los periodistas, mientras que en lo que va del año ya son seis. Uno de los casos más sonados han sido el de Jorge Luis González, a quien la gobernadora morenista de Campeche, Layda Sansores, ha obligado mediante acción judicial a no volverla a mencionar y a que su trabajo periodístico sea revisado por un censor. El otro caso notable es el Héctor de Mauleón y El Universal, a quienes condenaron por violencia política de género solo porque el columnista mencionó el parentesco de una política tamaulipeca con una persona de dudosa reputación.
Amenazas a la libertad de expresión. Hasta la presidenta Sheinbaum tuvo que decir que le bajaran tres rayitas en el caso de la ciudadana Karla Estrella, quien fue condenada por violencia política de género por hacer un comentario sobre la diputada Diana Karina Barrera. Ahora resulta que los ciudadanos no podemos referirnos al desempeño de algún funcionario porque seremos sancionados.
No hay transparencia ni rendición de cuentas. Todos los mexicanos nos quedamos con las ganas de saber cuánto y cómo se gastó en las obras faraónicas del sexenio pasado, mismas que siguen costando al erario sin que veamos ningún beneficio, ni algún indicador de éxito. Por supuesto me refiero al Tren Maya, la refinería Dos Bocas, la aerolínea Mexicana, el Aeropuerto “Felipe Ángeles” y el Tren Transístmico. Pero también hay casos “menores”, como el de Abelina López Rodríguez, alcaldesa de Acapulco, quien no quiere comprobar 900 millones de pesos.
Agandalle legislativo sin límites. No conformes los morenistas con adjudicarse un sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, ahora están “estudiando” como brincarse el artículo 17 de la Ley Orgánica para conservar la presidencia de la Mesa Directiva. De acuerdo con esta ley, durante el segundo año de la Legislatura la Mesa debe ser presidida por la segunda fuerza política, en este caso el PAN. Así que los legisladores morenistas y afines están viendo la posibilidad de pasar 23 diputados del PVEM al PT para que este último se convierta mágicamente en la segunda fuerza. Otra opción es, de plano, modificar la ley; se ve que le tienen cero respeto al pluralismo.
Hemos visto que los morenistas de los congresos locales siguen la misma pauta; no olvidemos que en cuestión de horas han aprobado reformas constitucionales, sin leerlas y sin discutirlas.
El espacio se me acaba, doña María Luisa. Espero que dentro del espíritu de consolidación de MORENA quepa la corrección de estas y otras conductas anómalas que hablan del anhelo de un partido hegemónico y autoritario.
Con la colaboración de Upa Ruiz
Nueva cuenta en X: @upa_ruiz
X: @Lmendivil2015