Hace un año, solo quedaban 315 empresas intermediarias en la cartera de cliente
Apenas si tres ocasiones, Omar Sánchez Villegas —en su calidad de secretario técnico de Consejo Directivo de la Financiera Nacional para el Desarrollo Rural— emitió comunicados por escrito a los mandos operativos de esa entidad, adscrita a la Secretaría de Hacienda.
La tercera, lamentablemente, será la definitiva. Un oficio escueto, para informar sobre el acuerdo aprobado por el consejo de administración de la Financiera, el pasado jueves 15, que faculta a la tesorería de la institución —a cargo de Yenifer Karina Rodríguez Cisneros— a orientar sus recursos al pago anticipado de las líneas de crédito vigentes con el BID y el Fondo Monetario Internacional.
La extinción de la Financiera se había decretado desde que Baldemar Hernández Márquez llegó a la dirección, en sustitución de Javier Delgado. Su propuesta para erigir una nueva agrofinanciera naufragó por las reticencias de la Secretaría de Hacienda, pero sobre todo por la decisión de Palacio Nacional de concentrar los recursos de los fideicomisos en la Tesorería de la Federación, para canalizarlos a los programas del bienestar.
Hernández pasó la última etapa de la contingencia sanitaria más tiempo en su natal Villahermosa que en la Ciudad de México, donde un equipo enviado por la entonces titular del SAT, Raquel Buenrostro, tomó el control. La austeridad sería desde entonces la premisa para financiar las actividades agropecuarias, forestales y pesqueras.
Hace un año, solo quedaban 315 empresas intermediarias en la cartera de clientes. Un vuelco de 180 grados al sistema creado por José Antonio Meade y que proyectaría al joven itamita a la estratosfera de la administración pública. En caja, el equipo encabezado por María Isabel Montoya Obregón, concentró 3,000 millones de pesos y administró los 15,000 millones que constituyen la reserva financiera.
Buenrostro y Hernández Márquez presentaron un plan ante el Ejecutivo federal para liquidar a la Financiera a través de un transitorio en la Ley de Ingresos que fue rechazado firmemente por el equipo del secretario Rogelio Ramírez de la O sobre todo por sus implicaciones: que el saldo de las líneas de crédito de fondeo externo con los organismos internacionales fueran absorbidas por Hacienda.
El 9 de septiembre, los consejeros de la Financiera acudieron a una cita extraordinaria, para conocer el esquema autorizado por SHCP. Y entonces comenzó un plan que culminará con el cierre de la institución, después de 25 años. La comunicación de Sánchez Villegas, titular de la Unidad Jurídica y fiduciario, oficializó lo que ya era sotto voce: ya no se otorgarán nuevos créditos ni se continuará con la dispersión de recursos previamente contratados.
Con una efectividad en el otorgamiento de créditos de créditos y de recuperación de cartera menos al 75%, la única forma de cumplir con los organismos internacionales será a costa del patrimonio. ¿Y las obligaciones con la planta laboral? Al cierre del ejercicio fiscal 2021, la Financiera tenía 1,217 empleados, de los cuales solo 338 era personal operativo de planta. Otros 625 trabajadores cubrían plazas eventuales. Entre septiembre y la primera quincena de diciembre hubo un recorte del 30% y el resto fueron obligados a trabajar incluso los fines de semana, hasta la semana pasada, cuando fueron enviados de vacaciones… sin renovación de contrato.
DEBERES. Una alianza comercial de largo plazo vincula a la gasera mexicana Nuvoil con Coastal Contracts en la ejecución de varios contratos de servicios con Pemex Exploración y Producción desde hace una década.