El EE.UU. de hoy no busca aliados, ni socios; solo quiere subordinados y ganancias económicas. Triste y angustiante noticia para el mundo y para México
JUAN RAMÓN DE LA FUENTE,
SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:
Sátrapa: persona que gobierna
despóticamente y que hace
ostentación de su poder.
Diccionario de la RAE
A los pocos meses de iniciada la invasión rusa a Ucrania, niños de este último país fueron invitados a campamentos de verano para sacarlos de las zonas de conflicto dentro del territorio controlado por Rusia; los paseos durarían dos semanas y, en teoría, estaban organizados por las propias escuelas. Solo que los niños no regresaron. Fueron pasando de un campamento a otro hasta perderse su rastro.
La cantidad de niños secuestrados no es precisa, pues va desde los seis mil contabilizados por la Universidad de Yale hasta 200 mil por organizaciones ucranianas. Se habla de que varios cientos de ellos han sido dados en adopción, ya que los padres aceptaron firmar que los organizadores de los campamentos tuvieran la tutela mientras duraran los dichosos paseos. A la fecha, Save Ucraine solo ha podido recuperar 315 menores.
Esta incalificable agresión sería razón suficiente para colocarse del lado de la nación invadida. Pero los Estados Unidos de Trump no son los que usted y yo conocimos, doctor De la Fuente. EUA siempre había luchado del lado de la libertad… y de sus intereses; en otras ocasiones pugnó por la democracia en el mundo… y sus intereses; también ha defendido el derecho internacional… y sus intereses. Hoy en día, sólo por sus intereses.
Así quedó de manifiesto en la sorprendente y desagradable reunión entre el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, el mandatario estadounidense, Donald Trump, y el vicepresidente J.D. Vance. La reunión fue el corolario de una política exterior manejada como si se tratase de la pelea callejera.
Hubo muchas señales previas. La primera cuando Zelensky se resistió a firmar un acuerdo mediante el cual Ucrania permitiría a EUA explotar los minerales y las tierras raras del país europeo y sin que recibiera ninguna garantía de protección. Ucrania no podría pertenecer a la OTAN, ni contaría con más apoyo de míster Donald, con lo cual Vladimir Putin podría continuar impunemente su plan expansionista. Mala jugada de Trump, porque las tierras raras son indispensables para fabricación de dispositivos tecnológicos; o sea, las dos naciones salían perdiendo.
La reacción del inquilino de la Casa Blanca fue iracunda: descalificó al presidente de Ucrania llamándolo dictador, siendo que fue elegido en una contienda razonablemente democrática; si no hay elecciones en este momento, es porque precisamente están en guerra.
Otra señal llegó cuando Marco Rubio, jefe del Departamento de Estado, se reunió con la parte soviética en Riad, Arabia Saudita, para negociar la paz en Ucrania, sin incluir a Zelensky en las conversaciones. Y así llegamos a la reunión del pasado viernes en Washington, D.C. A estas alturas, el ucraniano estaba dispuesto a firmar el acuerdo de explotación de minerales, siempre y cuando hubiera una garantía de protección; sin embargo, lo menos que hicieron Trump y Vance fue humillar públicamente a Zelensky por no aceptar la propuesta de paz (¿?) de EUA.
En dicha propuesta no aparece sanción alguna a Rusia por sus actos hostiles hacia una nación soberana, ni tampoco por sus crímenes de guerra, mucho menos la devolución de territorio. Obvio, los rusos están encantados. “El cerdo insolente por fin recibió una buena bofetada en el Despacho Oval”, declaró Dimitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia. El por qué Trump está tan condescendiente con Putin es para mí un misterio.
Ucrania no está sola. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el Primer Ministro británico, Keir Starmer, sostuvieron ayer una reunión de emergencia y el próximo 5 de marzo habrá una cumbre de seguridad de los países miembros de la Unión Europea. Aunque Trump afirme que Zelensky no tiene cartas para negociar, por ahí andan 300 mil millones de dólares de origen ruso que la Unión Europea mantiene congelados desde la invasión. Tal cifra es mucho más de lo que EUA ha enviado a Ucrania, pero queda la duda de si Trump se opondría a que las empresas armamentistas estadounidenses le sigan vendiendo equipo al país invadido.
Los expertos afirman que, en el corto plazo, Ucrania puede salir adelante con dichos apoyos económicos para la producción militar, ya que cuenta con una industria muy desarrollada. En el mediano plazo, la situación es diferente, porque hay ciertas tecnologías militares indispensables para Ucrania y que son de origen estadounidense. Peor aún, Ucrania depende de la red Starlink -propiedad del inefable Elon Musk– para vincular sus unidades a través del WiFi satelital; perder este acceso sería pelear a ciegas. En síntesis, Ucrania perdería la guerra y muy probablemente Putin invada más territorio, dado que nadie lo detendrá.
Es inconcebible que míster Donald acuse a Zelensky de querer estallar la tercera guerra mundial, pero así es.
Y con este sátrapa en la Casa Blanca le tocará negociar a la presidenta Sheinbaum. No importa lo que el gobierno mexicano haga, nunca será suficiente y, peor todavía, no hay un mínimo de valores políticos y/o diplomáticos que puedan enmarcar algún acuerdo.
El EE.UU. de hoy no busca aliados, ni socios; solo quiere subordinados y ganancias económicas. Triste y angustiante noticia para el mundo y para México.
Con la colaboración de Upa Ruiz
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