Si el Verde se estaba poniendo sus moños… ¿Por qué no hablar con los partidos de oposición que sí apoyaban la reforma?
El martes pasado el Senado de la República aprobó la reforma contra el nepotismo y la reelección enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Sin embargo, la mandataria no pudo festejar como se debía dicha aprobación, ya que los legisladores, a petición (¿deberíamos decir presión?) del Partido Verde fijaron su entrada en vigor hasta el 2030 y no en el 2027 como decía la propuesta original.
La “aprobación” pone en evidencia, además del hecho que Sheinbaum no tiene todos los hilos en sus manos, la debilidad y la soberbia de “Morena”, y que sus aliados no están con el movimiento sino con sus intereses. Permítanme explicarles los motivos para afirmar lo anterior.
Este miércoles al hablar sobre el tema en su conferencia mañanera, la presidenta lo hizo con un cierto grado de decepción. Señaló que había sido un acuerdo parlamentario y que lo importante era que había quedado inscrito en la Constitución.
Lanzando una indirecta a su partido, Sheinbaum dijo que espera que no postule a candidatos que pudieran caer en este supuesto. “Creo que por estatutos no se puede”, dijo.
Más tarde, como regalo de consolación, Morena informó que no presentarán candidaturas que se pudieran interpretar como nepotismo en 2027.
La aprobación de la primera reforma de la era Sheinbaum significó una cubetada de agua fría a Morena, que de repente se dio cuenta que sus “aliados” no estaban dispuestos a seguirlos hasta la muerte y que también tienen su agenda.
Morena se percató que sin el Verde perdería la mayoría calificada en el Congreso, lo que le impediría imponer futuras reformas constitucionales, por lo que tuvo que ceder a la “petición”.
Sobre la posibilidad de que los diputados retomaran el plazo original de 2027, como estaba en el proyecto original, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en San Lázaro, dijo a Joaquín López-Dóriga que si el Verde no modifica su actitud (la exigencia de que entre en vigor en 2030) eso no sería posible.
Analistas afirman que el trasfondo de la petición del Verde para aplazar la entrada en vigor de la reforma es que Ricardo Gallardo, gobernador de San Luis Potosí, quiere dejar en su lugar, cuando termine su gestión en 2027, a su esposa, la senadora Ruth González Silva.
Pero la reforma también cerraba las puertas a Saúl Monreal para suceder a su hermano en la gubernatura de Zacatecas, y a Félix Salgado Macedonio para reemplazar a su hija al frente del Gobierno de Guerrero, por lo que no sería tan descabellado pensar que grupos que los apoyan pudieron empujar la petición.
Comentaba párrafos arriba que este episodio en el Senado también puso en evidencia la soberbia de Morena. Yo me pregunto: Si el Verde se estaba poniendo sus moños… ¿Por qué no hablar con los partidos de oposición que sí apoyaban la reforma?
En primer lugar, recurrir al apoyo opositor sería reconocer su debilidad, algo a lo que los miembros del régimen no están dispuestos
El otro motivo es que la oposición pedía que se ampliaran los alcances de la reforma a puestos dentro del gabinete y órganos autónomos y desconcentrados, algo que va en contra del grupo gobernante, que tiene que pagar una estela de favores y pues no, no se iban a dar un balazo en el pie y optaron por “el mal menor”, ceder.
EN EL TINTERO
¿Ahora qué irá a pedir Donald Trump para evitar la entrada en vigor de los aranceles?¿Podrá la misión enviada por la presidenta evitar que Donald Trump cumpla su amenaza?. Lo veremos en los próximos días.
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