En la parte final de su administración, a Enrique Peña Nieto le encontraron el mote del presidente del empleo, y cada vez que hay oportunidad lanzan la cifra de creación de puestos de trabajo durante estos cinco últimos años. Son plazas laborales registradas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que al cierre de … Continued
En la parte final de su administración, a Enrique Peña Nieto le encontraron el mote del presidente del empleo, y cada vez que hay oportunidad lanzan la cifra de creación de puestos de trabajo durante estos cinco últimos años.
Son plazas laborales registradas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que al cierre de noviembre alcanzaron su clímax. Hay muchas razones, hasta de estrategia fiscal, para explicar el fenómeno, pero en general la economía mexicana ha dado para esa virtuosa condición.
Ese es el marco para que Mikel Arriola renunciara a la dirección del IMSS. Y si bien quien encabeza el instituto poco o nada tiene que ver con la generación de empleos en toda la economía, se puede simplificar la relación empleos-IMSS.
Arriola puede presumir en su pared de trofeos la viabilidad financiera del instituto por unos años más, el reordenamiento del abasto de medicamentos o hasta la app para hacer citas, pero pueden ser datos abstractos para una mayoría.
Si Mikel Arriola se fuera a su casa podría quedarse con las medallas del corte de caja que este jueves se hizo a su salida de la dirección del IMSS. Pero como va de contendiente en contra de la furiosa izquierda en busca de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, le van a buscar por todos lados, incluidos los datos futuros que arroje el propio instituto.
Si algo ha quedado claro desde el destape de José Antonio Meade, es que los lopezobradoristas le han tratado de encontrar cualquier cadáver en el clóset y no parecen haber tenido éxito hasta ahora, por eso pueden valerse de cualquier dato que al menos rime con su nombre.
Por eso es que al aspirante a la candidatura a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México por el PRI, Mikel Arriola, le van a aventar un dato durante los primeros días de enero y querrán decir que es su culpa. Ese dato será la tasa de pérdida de plazas laborales de diciembre. Nada que ver pero rima empleo-ex IMSS.
La estructura de la economía mexicana, que concentra tanta actividad económica en la parte final del año, más el diseño de las disposiciones laborales, llevan a que en diciembre de cada año venzan muchos contratos de trabajo y, por lo tanto, que esas bajas se contabilicen como destrucción de empleo.
Ocurre que muchos de los despidos de diciembre son las contrataciones de principios del año siguiente, pero tanta aclaración no se lleva con las intenciones políticas de usar esa información.
Por ejemplo, en diciembre pasado se perdieron 319,217 empleos. Y aunque durante todo lo que va de este 2017 la tasa de contratación y registro ante el IMSS ha sido ascendente, es un hecho contundente que se puede garantizar desde hoy que en este diciembre el registro también será negativo.
Así que en enero tendremos a muchos abusivos de la información generando ruido por la alta destrucción de empleos en México. No explicarán más, no dirán nada extra, sólo buscarán abusar de la ignorancia y alimentar más ese sentimiento negativo en la sociedad.
No le tocará a Mikel Arriola dar muchas explicaciones, quizá responder preguntas al respecto. Más bien será un trabajo de Tuffic Miguel Ortega, nuevo director del Instituto, el dar explicaciones de cómo el IMSS no despide ni contrata, sólo registra.