Hoy, es la corrupción parte de lo que aflora en las investigaciones que divulga EU sobre instituciones bancarias mexicanas coludidas con el narcotráfico: la de Alfonso Romo, que es Vector, así como Intercam y Cibanco
La investigación de EU sobre lavado de dólares en la empresa bancaria del jefe de la oficina de López Obrador, muestra que Alfonso Romo se hizo más rico en coincidencia con la política de abrazos y no balazos del entonces presidente hacia el crimen organizado.
La investigación de Televisa sobre tráfico de influencias del jefe de la oficina jurídica de López Obrador, muestra que Julio Scherer se hizo más rico en coincidencia con la política de cobros por libertad, del entonces presidente hacia los ricos apresados.
En sintonía, está la declaración de López Obrador el 28 de septiembre de 2019: “Nada de que el presidente no sabe, no se enteró, de que el presidente no tiene buenos colaboradores, de que lo engañan. Mentira, el presidente de México se entera de todo”.
Dos de las oficinas más poderosas e influyentes del presidente López Obrador fueron engullidas por la corrupción. Sin embargo, a sus ocupantes, no les hacía falta ocuparlas: Romo era riquísimo; y Scherer tenía prestigio como abogado.
La acusación contra Romo es de Estados Unidos, y tiene poco que hacer. El caso de Scherer proviene de investigaciones periodísticas que él desmiente: “Es una acusación dolosa que ya fue desestimada por las instancias jurídicas”.
Tras el mandato de López Obrador, México obtuvo su peor calificación de la historia en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional: lugar 140, de 180 países evaluados. Quedó al nivel de Sudán del Sur, Somalia y Venezuela.
El Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional fue nombrado por López Obrador en su primer mensaje como presidente: “Nos dejaron en el lugar 135 en corrupción, eso es vergonzoso”. Bueno, él lo dejó en el lugar 140.
Y, según Mexicanos contra la Corrupción, asignó obra pública a empresas descalificadas para hacer obra pública: sólo en 2023, dio contratos amañados por cuatro mil 542 millones de pesos. De 2018 a 2024, otorgó sin concurso público 8 de cada 10 obras.
Hoy, es la corrupción parte de lo que aflora en las investigaciones que divulga EU sobre instituciones bancarias mexicanas coludidas con el narcotráfico: la de Alfonso Romo, que es Vector, así como Intercam y Cibanco.
De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, durante el gobierno de López Obrador esas empresas ganaron en conjunto 14.4 mil millones de pesos: no las afectó para nada la recesión económica mundial por el COVID-19.
Vector tuvo con el gobierno de López Obrador una utilidad de mil millones de pesos. Sin embargo, le había ido muy mal con el gobierno anterior: perdió 100 millones de pesos. Su creador, Romo, se encargó entonces de ser jefe de la oficina de López Obrador.
Por eso le dicen la silla embrujada.